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Mar 03 2013

INDUSTRIA Y ARTESANÍA TRADICIONALES DE LA PUEBLA DE CAZALLA (III): LA PUEBLA EN EL ANUARIO “REGIONAL” DE ANDALUCIA DE 1.931 (y 2)

Publicado por en GENTE MORISCA,LA PUEBLA

Vamos a continuar con la segunda parte del artículo y vamos a seguir contando a todos nuestros lectores quiénes son las personalidades más destacadas de nuestro pueblo, al menos de entre las que hemos podido encontrar información, que en el ramo de la industria, el comercio, la agricultura, la industria y los servicios aparecen el el Anuario. Para facilitaros el cómodo seguimiento de nuestros siguientes comentarios vamos a reproducir de nuevo aquí la página correspondiente del mencionado catálogo.


No podemos esperar del Anuario un catálogo exhaustivo de todos aquellos que practicaban o eran titulares de las ocupaciones que se presentan, pero la muestra de los que se mencionan puede considerarse relativamente representativa aunque hay que tener en cuenta que muy posiblemente la condición para figurar en el mismo fuera la de abonar cierta cantidad, al menos por parte de aquellos cuyos negocios salen resaltados. Como siempre para ampliar la imgen cliquead sobre ella.

Entre los agricultores aparece en primer lugar D. Diego Benjumea Taravillo, que era entonces el dueño de la finca El Fontanar, y pertenecía a otro rama diferenciada de los Benjumea anteriormente citados pues era primo hermano de D. Eugenio Benjumea Calderón. D. Diego, el mayor contribuyente de rústica de La Puebla de Cazalla, era titular desde 1.923 de la Cruz de la Orden de Isabel la Católica, y también intervino en política obteniendo representación municipal entre 1.930 y 1.931 en la derecha de entonces como correspondía a su posición social.

D. Diego fallecería en 1.944 y en la política, mucho antes de la fecha de publicación del Anuario, llegó a ostentar la presidencia de la Diputación Provincial de Sevilla por el Partido Conservador desde el año 1.921 a 1.922 en que renunció voluntariamente al cargo. Como curiosidad añadiremos que una hermana de D. Diego, Dª Carmen Benjumea Taravillo, casó en 1.900 con D. Fernando Barón y Martínez Cea Bermúdez y Agulló, tercer conde de Colombí y alcalde de Sevilla entre 1.904 y 1.906, al igual que su cuñado por el Partido Conservador. Pues bien, se observará que en algunos anuncios de la publicación, aparece una de las calles de La Puebla denominada como calle Conde de Colombí, correspondiendo en el actual nomenclátor con la calle Mesones y usándose indistintamente, por aquel entonces, ambos nombres para designarla aunque poco después volvería a cambiarlo y pasaría a llamarse Jaime Vera.


Fotografía de la puerta del señorío de la hacienda El Fontanar. Está fechada a mediados de los años 90 y procede del libro: REINA ROMERO, J. (Coord.): Los cortijos de la Puebla de Cazalla. Ed. Ayuntamiento, Sevilla 1.998, pág. 39. Para ampliar la imagen cliquead sobre ella.

La curiosidad a la que nos referíamos antes es doble, por un lado la relativa a la circunstancia que explica que este aristócrata tuviese una calle en nuestro vecindario, ya sabemos que su vínculo con nuestra localidad le vino por su matrimonio con una Benjumea, pero por otro, y tal vez ésta sea de mayor interés, es que siendo alcalde de Sevilla, probablemente tuvo la oportunidad de conocer y tratar al arquitecto D.  Aníbal González y como consecuencia de este trato conseguir su concurso para trabajar en la remodelación de la hacienda del Fontanar, propiedad de su cuñado. Así al menos lo recoge en su web el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico: “Años después, hacia 1.923, se acometería otra actuación de importancia bajo el signo del regionalismo: el conde de Colombí, prócer de la época que mantenía inmejorables relaciones con el arquitecto Aníbal González, le encargó un plan de reformas que afectó principalmente a la vivienda del propietario”.

La noticia la habíamos ya recepcionado procedente de una fuente oral que nos proporcionara D. Antonio Contreras Román, el conocido comerciante de tejidos que tuvo tienda en la calle Sol y últimamente en la calle Morón, Antoñito Contreras, éste a su vez la había oído de su padre D. Juan Contreras Pizarro, maestro albañil y por cierto miembro de la directiva de la Casa de la República de nuestra localidad, que trabajó en las obras a las que antes nos hemos referido dirigidas por el afamado arquitecto en la finca propiedad de D. Diego Benjumea y que recordaría toda su vida con admiración el comedor de la casa.

En otro orden de cosas, la entidad bancaria que figura en la publicación analizada es Banesto, probablemente porque sería la única que tenía abierta una oficina por entonces, que pudo estar localizada en la esquina de la calle Marchena con la calle Mesones y antes de eso en la calle Pizarra, luego pasaría a la calle Marchena frente a la esquina del Central, a continuación en la misma calle en el local que ocupara el Casino Independiente y posteriormente el Banco Coca, unas casas al lado del actual estanco de Barrera, asentándose finalmente en su emplazamiento actual en la calle Morón esquina con calle Victoria.

La barbería que se anuncia es la de Manuel Vargas López, padre del titular de la popular barbería de Vargas en la calle Sevilla, ya hace unos años cerrada por jubilación.

Bajo el epígrafe de Cafés y Casinos, una mención un poco más detenida merece por su significación la persona de D. Fernando Andrade Serrano, más conocido por el apodo de Ratibó, procedente quizás de Ratibeau o alguna otra variante, que al parecer, aunque no hemos podido constatarlo, era cierto personaje aristocrático de un folletín muy leído en la época. Ratibó fua alcalde de La Puebla por el Partido Radical de Lerroux en el periodo que va desde el 13/4/1.934 al 8/1/1.936 y según la tradición oral su Casino Antiguo pudo estar ubicado en el espacio que hoy ocupa el bar Central, donde por testimonios gráficos sí sabemos de seguro que estuvo la mencionada Casa de la República que a la sazón reunía a los simpatizantes moriscos de D. Alejandro.

D. Fernando como buen republicano de la época por un tiempo mantuvo relaciones, pero no consagradas, con una persona, bastante más joven que él, conocida luego por el nombre de Dolores la de Ratibó, con la que no tuvo hijos, y que durante mucho tiempo compaginó la actividad de poner inyecciones con la de trabajar como cocinera en La Coronela. Dolores vivió primero en la calle Santa Ana, en el espacio de la misma que va desde la calle Morón a la avda José Mª Moreno Galván, y luego en la calle Granada habiendo fallecido hace unos cuantos años.


La fotografía corresponde a los primeros años 30 y tal vez al periodo comprendido entre los años en que ejerció la alcaldía Ratibó. Por el entoldado del techo, el emplazamiento de la misma podría corresponderse con el de una caseta de feria. D. Fernando Andrade es el primero por la izquierda. También aparece retratado D. Gregorio Valero Cano, padre de  D. Martín Valero Núñez, el fundador de la Tienda Amarilla del que ya hemos hablado en este blog en el artículo correspondiente al 10/9/2.012. Es, de las dos figuras que están situadas al fondo, la de la izquierda.

También están incluidos en la relación de dueños de cafés D. Miguel Navarrete Jiménez, cuñado del panadero D. Francisco Marín Gallardo y hermano de quien estuvo a cargo del Casino Artesano primero y luego del Círculo Mercantil hasta la desaparición de éste, al que también conocíamos  en La Puebla como casino de Pantaleón por su nombre de pila, y uno de los mejores, si no el mejor, repostero que ha dado nuestra localidad con su cocina de la sencillez exquisita. D. Antonio Triguero Luque, es el fundador del conocidísimo bar del Pollo, que tuvo su sede desde 1.929 en la esquina a la que dio nombre entre las actuales calles de La Luna y avenida José Mª Moreno Galván, lugar también conocido como los Cuatro Vientos.

El zapatero Manuel Vargas López era apodado Penita y según reza en el Anuario tuvo en ese momento la zapatería en la calle Marchena aunque posteriormente se trasladó a la de la Cruz. Su hijo Guillermo llegó a ser en los años 60 obispo evangélico de Ibiza.

Ya en el gremio de los carpinteros podemos destacar a D. José Chía Muñoz, concejal entre 1.910 y 1.913 y a D. Francisco Moreno Galván, que hasta los años 60 tuvo la carpintería en la calle Nueva y se especializó en la fabricación de ataúdes. Reza así mismo como tal D. José Hormigo Asencio que fue el padre de D. Diego Hormigo Gómez, de la misma profesión, fugazmente concejal en 1.936 y alcalde pero ya en la época franquista.

Como cosario el Anuario incluye la persona de D. Miguel Vargas Terrón que era el suegro de D. Jaime Herrera, ya citado en este artículo y suegro a su vez de D. Emilio Pozo Jiménez durante muchos años alcalde socialista de La Puebla ya en la época reciente. Este hombre conocería luego en los años 40 la prosperidad de los negocios aceiteros pues tuvo fábrica del producto en la avenida Antonio Fuentes.

Reconocemos así mismo al fondista D. Amador de la Concha Viesca, padre de D. José Mª de la Concha durante años secretario técnico del Betis y de quien hoy la peña bética local lleva el nombre.

El ferretero D. José Mª Núñez Galván desempeñó cargos de concejal y teniente de alcalde entre 1.920 y 1.923 y con posterioridad formaría parte de la gestora municipal que sería nombrada por el comandante Álvarez de Rementería, jefe de las tropas nacionales que tomaron La Puebla, y el jefe local de Falange Española D. Ángel Fuentes Fuertes el 31 de julio de 1.936. Éste último era hijo del torero D. Antonio Fuentes y se dice que aspirante también a torero aunque sin alcanzar a serlo por falta de cualidades (por haberlo enseñado el padre a comer con teneó, como le dijo Rafael el Guerra según la anécdota que se cuenta recogida en la entrada de este blog correspondiente al  29/1/2.011).

Lo que sí consiguió  fue que la peña taurina local de la época que estaba en la calle Conde de Colombí (Mesones) llevara su nombre como se ve en la siguiente página de la publicación, y desde luego que haya quedado en la historia como uno de los responsables de la etapa más dura de la labor represiva llevada a cabo en La Puebla por su grupo político con posterioridad al Alzamiento. Siguió encabezando dicho grupo hasta que dimitió de su puesto en marzo de 1.937 para incorporarse al ejército nacionalista donde con el tiempo alcanzaría la graduación de teniente coronel.

Entre el grupo de ferreteros hallamos a D. Pedro Sánchez Sánchez que igualmente había ocupado cargos de representación política y que posteriormente se dedicaría sobre todo a la venta de tejidos y la mercería. Tanto él como su hermano Joaquín, que compaginó hasta el final el negocio de ferretería con el de genéro textil, tuvieron sendas tiendas que durante décadas fueron en su categoría de lo más granado del comercio local, y que en el caso del segundo de los hermanos todavía perdura, como una reliquia venerable, dirigida por un hijo de su mismo nombre en la esquina entre la calle Marchena y la calle de la Cruz aunque ya solo dedicada a la venta de ropa.


D. Pedro Sánchez Sánchez, en su tienda de tejidos en una fotografía con fecha sin determinar pero que bien podría ser la correspondiente a la de la publicación del Anuario, al menos aproximadamente, a juzgar por la edad aparente de D. Pedro.

En el capítulo de las droguerías el Anuario menciona a D. Andrés Raya Hinojosa, que tuvo un establecimiento de este tipo de género en la calle de la Cruz. Gran aficionado a la pesca en el río Corbones al que marchaba en bicicleta tan contento; el bueno de D. Andrés fue también vicepresidente del Casino de Artesanos y era conocido con el apodo de Lamparilla y chorreones por el lamentable estado que lucía su mandilón, expuesto permanentemente en el trajín diario con las mercancías de su negocio. Era pariente de una de las artistas más populares de la época, Estrellita Castro.

Como maestro de obras, y detentador de negocios de materiales de construcción, comestibles, etc., tenemos a D. Eduardo Orellana que poseyó así mismo la que seguramente fue la primera gasolinera de nuestro pueblo que en aquellos entonces estuvo ubicada entre la Peña Sevillista y la esquina del Pollo, en las inmediaciones de la parada de autobuses situada aproximadamente enfrente de lo que desde 1.957 es el Bar Benítez. Con posterioridad también sería de su propiedad tanto la pensión llamada la Fondita como la gasolinera que hay junto al hostal en la zona que hasta 1.992 en que se construyó la autovía fue la salida a la carretera para Sevilla.

Una mención algo más detenida es la que sin duda se merece D. Francisco Bohórquez Herdara cuya memoria ha perdurado entre los moriscos gracias a que el paseo lleva su nombre. En el Anuario aparece ocupando la presidencia del Casino Independiente pero había sido alcalde de La Puebla durante seis años, entre 1.924 y 1.930, coincidiendo prácticamente con la duración de la dictadura del general Primo de Rivera.

D. Francisco Bohórquez pertenecía a una de las grandes familias de propietarios de La Puebla de Cazalla del tipo de la de los Benjumea, Calderón, Moreno de los Ríos o Moreno de Guerra. La cercanía ideológica, además de su condición de militar, pues fue teniente coronel del cuerpo de Artillería, fue lo que tal vez lo acercó políticamente a Primo y lo llevó a formar parte del movimiento político de la Unión Patriótica que apoyó al general mientras se mantuvo al frente de los destinos de España. Quizás el mismo motivo que tuviera otro ilustre paisano, y así mismo militar con la misma graduación, D. Luis Benjumea Calderón, quien sería como secretario de la misma, el número dos de la mencionada agrupación política y Director General de Acción Social y Emigración en el gobierno de la nación, puesto desde el que tuvo la oportunidad de poner en marcha algunos programas propios de lo que era una incipiente ideología social cristiana que, sin embargo, nunca dejó de tener un peso relativamente débil en la derecha de la época. Le fue así mismo otorgada por el gobierno de España la Cruz del Mérito Agrícola.

Muy distinta ha sido sin embargo, la suerte que han corrido las memorias de ambos entre sus convecinos moriscos contemporáneos pues mientras D. Francisco Bohórquez Herdara, quien por cierto murió en Sevilla el 17 de abril de 1.936, al menos es conocido por el nombre y de él se tiene la idea de que fue un buen alcalde, la figura de D. Luis Benjumea Calderón, fallecido en 1.929 en Madrid a los 52 años de su edad, sin lugar a dudas mucho más relevante desde el punto de vista de la importante proyección política nacional que logró alcanzar, es hoy prácticamente desconocida por el común. Llegó a tener una calle dedicada, concretamente la que ahora se rotula como calle de Los Leones, pero hasta eso perdió en los años 80 y su nombre ha quedado enterrado en el más injusto olvido.



Fotografías respectivas de D. Francisco Bohórquez Herdara (izda) y D. Luis Benjumea Calderón. La primera de ellas procede de Puebla de Cazalla en Fiestas. Revista Oficial Ilustrada. Ed. Editorial Artística Sevillana. Sevilla 1.931, pág. 4. La segunda ha sido obtenida en la pág. web del Real Círculo de Labradores de Sevilla, del que nuestro paisano fue presidente entre 1.923 y 1.924 y cuya dirección es la siguiente: http://www.realcirculodelabradores.com

Llama la atención, como curiosidad, que en aquellos entonces el relativamente en pañales suministro eléctrico de nuestro pueblo estaba encomendado a compañías locales cuya producción, por lo menos en una de las dos, se llevaba a cabo aprovechando la fuerza de las aguas de nuestro río, tal era el caso de la llamada Hidroeléctrica del Corbones San José S.A. lo que nos permite hacernos una idea de la precariedad que podía tener el servicio a pesar de que en aquella época el caudal del río, no sometido a la explotación intensiva de hoy en día, debía ser algo más estable aunque no libre de una disminución drástica durante el estiaje; claro que la mayoría de las casas que disponían de fluido eléctrico a lo más que llegaban era a poseer en la habitación principal una sola bombilla, de una potencia muy baja, alumbrándose el resto de dependencias por otros medios más tradicionales.

Dentro de este apartado curioso habría que reseñar la presencia en las páginas que estudiamos de una fábrica de gaseosas, Jiménez y Compañía, sobre cuyo propietario, o propietarios como sugiere el nombre, nos ha resultado imposible acopiar ninguna información adicional salvo la de que sus tiltulares eran el mayor contribuyente industrial en el municipio allá por 1.934. También deberíamos destacar en este repaso una figura que en la época debía suplir la escasa bancarización de la actividad comercial, nos referimos a la profesión denominada cobradores de giros, entre los que figura, entre alguno ya citado aquí, D. José Coto Romero, primer alcalde franquista de La Puebla que igualmente trabajaba como empleado de la compañía eléctrica.

El repaso detenido del Anuario nos indica la existencia en nuestra localidad de un incipiente sector industrial, derivado como es lógico de la transformación de la producción agropecuaria. Tenemos hasta 14 fábricas de aceite de oliva de las que ya hemos hablado, también de jabones, de aceite de orujo, de jamones, de vino, vinagre y licores, estas últimas propiedad de D. Antonio Fuentes el torero y ubicadas en lo que todavía hoy se conoce como la bodega de Fuentes, y también de harinas.

En esta última categoría quisiéramos detenernos un poco más pues en La Puebla ha habido tradicionalmente unos cuantos molinos harineros para aprovechar la fuerza motriz de las aguas del río, por ejemplo el Molino del Pan, el Molino de San Isidro o el de La Caridad un poco más alejado y en término de Marchena. En 1.931 los datos que ofrece el Anuario respecto a las fábricas de harina son la de Jiménez y Cía y Ramón Moreno de los Ríos, cuyo declive económico estaba próximo a suceder pues en 1.933 ya se produciría la quiebra de la empresa de su propiedad que suministraba el agua potable al municipio, sustituyéndose por la de Dª Carmen de Peñalver, viuda de Gutiérrez; pero las distingue de los molinos propiamente dichos de los que el Anuario cita a dos propietarios, en concreto los hermanos Gordillo y D. Manuel Puerto Vega.



Última de las páginas que el Anuario dedica a nuestra población. Para ampliar la imagen cliquead sobre la misma.

D. José María Núñez Galván, del que ya hemos hablado un poco más arriba, aparece de nuevo pero como fabricante o vendedor de pólvora, lo que el Anuario no especifica, ocupó el cargo de teniente de alcalde en la gestora municipal franquista y el de tesorero de la organización local de Falange Española en 1.937.

Numerosa aparece la nómina correspondiente al gremio de taberneros, entre los mismos reconocemos a algunos, es el caso de D. Juan Pizarro Bocio, que fue guardia municipal a partir de 1.934 y es presentado también como zapatero, o los hermanos Bermudo Martagón, Juan y Luis, de la familia que luego regentó durante varias décadas el bar de Bernardo frente a la plaza de Abastos. O el de D. Pedro Moreno Martínez, que alternaba esta profesión con la dedicación ocasional de matarife en las matanzas particulares y al que apodaban Periquillo porque era pequeño de envergadura. De un especial dramatismo es el suceso que aconteció a otro tabernero D. José Portillo Sánchez, asesinado en 1.936 después de la toma de La Puebla por los nacionales dejando viuda y cinco huérfanos.

La relación sigue, así, podríamos citar el caso de D. José María Romero Arcenegui que en 1.936 era conserje en la sede de Acción Popular, el partido mayoritario de la derecha, sita en la calle Victoria. También se encuentra en la misma D. Juan Limones Andrade que fue uno de los presos de la derecha que estuvo confinado en la cárcel municipal como consecuencia del golpe del 18 de julio aunque saldría liberado de la misma pocos días después sin más consecuencias, posteriormente sería empleado municipal. Como de dramático y de auténtica fatalidad puede catalogarse lo sucedido al tabernero D. Luis Andrade Martagón, cuya esposa Dª Dolores Bermudo Cabello, de 39 años de edad y con 9 hijos, murió estando en su casa de la calle Morón como consecuencia de una de las balas perdidas disparadas por el ejército cuando éste hizo su entrada en nuestra localidad para tomarla para el bando nacional.

En el gremio de los comerciantes de tejidos, entre otros que ya han sido aquí mencionados, se incluyen los nombres de D. Anselmo Barrero Barrero regentador de la tienda Los Caminos en la calle Victoria 23 (en aquel 1.931 denominada Pablo Iglesias) y que mantuvo sus puertas abiertas hasta 1.962 en que se vendió a Olmedo, era según su propia publicidad “la casa que no fía pero ahorra dinero al público”. En la misma calle, y el nº 27, estaba el comercio de D. José Gallardo Abolafio que además trabajaba también el ramo del calzado y el de los muebles y admitía la venta de sus productos a plazos.

Aperecen en el apartado Veterinarios D. Rafael Raya Cárdenas, que sería alcalde de La Puebla durante los primeros años del franquismo y D. Fernando Valera Martín, padre de D. Antonio Valera propietario que fue, entre otras, de la finca que en la actualidad gestionan sus herederos y situada junto al Corbones en la salida de La Puebla de Cazalla hacia Osuna.

De los zapateros que incluye el Anuario también hay alguna cosa que contar, por ejemplo de D. Juan Jiménez Trillo que había sido miembro de las directivas de la Casa de la República y el Casino de Artesanos y encerrado en la cárcel municipal como derechista después del 18 de julio de 1.936. O de D. Manuel Vargas López que declaró en favor de un empleado suyo, D. Rafael Contreras, cuando lo acusaron los nacionales de diversos delitos políticos.

Hay una sección que registra un solo miembro, la de corredores de comercio y en ella se enmarca la persona de D. Gabriel Gallardo Alemán, más conocido entre sus convencinos como Gabriel Camila por el nombre de pila de su madre y al que el título de personaje cuadra a la perfección. D. Gabriel fue amigo de codearse con artistas como Lola Flores o Manolo Caracol, toreros como Manolo González y personalidades de todo tipo incluidos militares como el general Díaz de Lecea Jefe de la Región Aérea del Estrecho y posteriormente ministro del Aire a finales de loa años 50.

Aunque en el Anuario aparezca solo como corredor, su expansiva personalidad no podía encerrarse en una sola ocupación y fue además empresario de cines y grandes espectáculos que traía a La Puebla para el disfrute de su convencinos, así como industrial fabricante de harinas con constancia documental de ello al menos desde 1.936. Sostiene la tradición oral que la fábrica de harina de Gabriel Camila que estuvo situada en la avenida José María Moreno Galván esquina con calle Niña de la Puebla y cuya edificación respeta, aún hoy en que el edificio son viviendas, la forma que tenía la fábrica, afirma dicha tradición decíamos, que antes fue propiedad de D. Antonio Fuentes el torero aunque en ningún momento ni en el Anuario ni en otras fuentes consultadas aparezca D. Antonio como industrial harinero.

D. Gabriel Gallardo que tanto gustaba de vivir a lo grande y de parar cuando iba a Sevilla en el Sport de la calle Tetuán, vivió hasta finales de los años 50 y falleció cuando habitaba el chalet que había sido de Fuentes en el mismo local que ocupa hoy el Hogar del Pensionista. La fábrica fue luego gestionada por D. Rafael Cano pero ya solo perduraría dos o tres años más hasta su cierre que se produjo en el paso de la década de los cincuenta a la siguiente.


La fotografía está tomada desde la terraza del antiguo bar La Alegría, que estaba situado en la esquina de la calle del mismo nombre donde estuvo unos años Cajasur y ahora tiene el Fray un negocio de venta de muebles. Está tomada en una fecha no posterior a mediados de la década de los 50 y como fondo aparece la fábrica de harina de Gabriel Camila. Obsérvese que las verja de hierro de la puerta de acceso es la misma que existe en la actualidad. Procedencia: archivo Curro Marín.

Y hasta aquí este segundo trabajo que completa el primero sobre las páginas que el citado Anuario Regional dedica a La Puebla de Cazalla. Ojalá hayáis disfrutado tanto de su lectura como nosotros lo hemos hecho con la indagación que hemos querido compartir con todos vosotros.


FUENTES:

BRAOJOS, A. ET AL. Sevilla en el siglo XX. Tomo  II. Ed. Universidad de Sevilla. Sevilla 1.990

DIARIO ABC. Hemeroteca Digital. http://www.hemeroteca.abc.es/

DIARIO EL SOL. Nº 3.670 de 7 de mayo de 1.929. Madrid, pág. 2

GARCÍA MÁRQUEZ, J. Mª. La represión militar en La Puebla de Cazalla (1.936 – 1.943). Ed. CEA. Sevilla 2.007

GUTIÉRREZ NÚÑEZ, F. y J. CABELLO NÚÑEZ. Grupos políticos y sociedades recreativas en La Puebla de Cazalla durante la II República (1.931-1.936). http://www.slideshare.net/fjgn1972/pd-c-ii-repblica.

INSTITUTO ANDALUZ DEL PATRIMONIO HISTÓRICO. Patrimonio Inmueble de Andalucía. http://www.iaph.es/patrimonio-inmueble-andalucia/resumen.do?id=i17393

SIN AUTOR. Anuario “Regional” Descriptivo-Informativo y Seleccionado de la Industria-Comercio, Agricultura-Profesiones, Arte y Turismo de Andalucía. Sevilla. Ed. Anuarios Regionales de España. Madrid 1.931

SIN AUTOR. Puebla de Cazalla en Fiestas. Revista oficial ilustrada. Ed. Editorial Artística Sevillana. Sevilla 1.931

TORRES MONTESINOS, A. Historias, hechos, personajes y pregones de La Puebla de Cazalla. http://usuarios.multimania.es/antonitotorres/indice%20lapuebla.htm

TUSSELL, J. ET AL. (Ed.) Las derechas en la España contemporánea. Ed. Anthropos y UNED. Madrid 1.997.

N.B.- El personaje de la miniatura de la portada es D. Luis Benjumea Calderón.



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Oct 23 2012

VIAJEROS POR LA PUEBLA DE CAZALLA (III): EL PERIODISTA Y ESCRITOR D. MANUEL MARTÍNEZ BARRIONUEVO

Publicado por en LA PUEBLA

En 1.895, visitó La Puebla de Cazalla D. Manuel Martínez Barrionuevo e hizo un reportaje de dicha visita, reportaje del que ha quedado un testimonio escrito que hoy os presentamos y ponemos a vuestra disposición en las páginas que siguen de nuestro Blog Morisco; estamos seguros de que en él todos aquellos que os tenéis como amantes de los temas locales, vais a encontrar información curiosa de cómo era, en algunos aspectos, la Puebla de aquellos años de finales del siglo XIX cuando ya media algo más de una centuria de la misma.

Pero antes de entrar en la prometida materia, quzás convendría ir por partes y proporcionar algún dato acerca de la personalidad del escritor al que debemos esta sin duda estupenda crónica local, entonces ¿quién fue este Martínez Barrionuevo que la suscribe? Pues bien, se trata de un escritor andaluz que unos dan como nacido en Torrox (Málaga) en 1.857 y otros en esa misma fecha en la propia capital de la Costa del Sol y que falleció en Madrid en 1.917. Un escritor y periodista que a pesar de tener una muy extensa obra detrás, obra que alternó con sus frecuentes colaboraciones en la prensa, no llegó nunca a ocupar un lugar de primera fila en las letras españolas y que pese a recibir elogios de algunos de los más significados escritores de su época, acabó sus días prácticamente olvidado y en la más absoluta miseria.


En el periódico de Madrid El Liberal, uno  de los muchos en que D. Manuel Martínez Barrionuevo escribió, aparece el reportaje sobre nuestro pueblo que os ofrecemos. Para ver la imagen con más detalle cliquead sobre la misma.

Dice así, en su sección Viaje de El Liberal por España, el citado diario en el número correspondiete al 27 de julio de 1.895: “Iba el coche con rapidez, caminito de la Puebla, tirado por buenas mulas, con gran ruído de cascabeles y gran alegría nuestra, inspirada por la contemplación de aquellos magníficos olivares, que a Puebla de Cazalla hacen famosa y en que cifran los labradores de allí su legítimo orgullo.

Fue para el templo de Nuestra Sra de las Virtudes la primera visita, que hicimos con Luna, el poeta de Morón, Calixto Ramos, otro moronense también que nos colmó de atenciones y Luis Francisco de los Ríos cuya cariñosa acogida no olvidaremos jamás. Después de detenernos un instante en aquella plaza histórica, vieja, achatada, de ventanillos cerrados y de representárseme por un segundo en la imaginación las corridas de toros que en esta plaza se dieron, entré en la iglesia, destinada anteriormente a corral; allí encerraron los toros dispuestos para la lidia, y allí hubo la de Dios es Cristo varias veces, hasta que D. José Cubero, virtuoso sacerdote, clamó y reclamó, y expuso con mucha tranquilidad que aquello de los toritos era una vergüenza insigne, que también la vergüenza tiene sus categorías; fue y vino y suplicó a todos, y pidió limosnas y organizó rifas, con fe de Dios siempre y resignación a prueba de su fe, hasta conseguir, no solo que concluyeran aquellos espectáculos de la plaza y de la iglesia, sino que en la iglesia continuasen las obras para terminarla; y con todo lo que dije y con una capillita que costeó un pudiente del pueblo y con otra capillita costeada por otro, se tuvo al fin la iglesia, con gran fe del pueblo y mucha alegría cristiana y hasta se fue el recuerdo de todo el mundo, de que las naves de la iglesia fueron un día cuadras, y pesebres los altares si me aprietan mucho, o los sitios en que los altares están ahora; yo tampoco hubiera recordado nada sin mi intención justísima de dedicar un elogio al noble Padre Cubero”.


Aunque no se hace referencia al mismo en la crónica, poco más o menos con este aspecto de los años 80, verían en 1.895 nuestros viajeros el Arquillo Viejo en la plaza homónima.

“Del orden de arquitectura de la iglesia no he hablado; su mérito único consiste en una cúpula inmensa que la cubre toda. Lo que vimos entre las alhajas, fue un cáliz de mucho mérito regalo de D. José Cotta. Hay una bella imagen de la Candelaria, que costeó D.ª Francisca de los Ríos; el altar de San Antonio es propiedad de D.ª Carmen Jiménez de Asencio; el de la Concepción de D.ª Dolores Benjumea, y el Sagrario, de D.ª Dolores Ibarra, damas piadosas que dan ejemplo bellísimo y mantienen así la fe de los demás.

Al salir de allí, seguimos por la cuesta de la Silla, (sic) y recuerdo aún como si estuviera contemplándolo, el castillo de la Puebla propiedad del señor Raya, el puente nuevo, el canal del río Corbones, las alfarerías, los montecillos blancos de cal y las huertas bellísimas; allá al fondo el cerro del Acebuche, donde según algunos historiadores se dio la batalla de Munda; más allá la sierra de la Gomera y el pico de San Cristóbal, guía del navegante, y en tal o cual punto, lejos o cerca, las yerbas de trigo como montes de oro que irradian con el sol en las tierras ya segadas; cuadros de trigo sin segar, cuyas espigas mece el aire, rizándolas como la superficie de un lago y fíngese la imaginación que brotan blandas armonías de aquel movimiento, dulce como la madre que duerme al hijo en el regazo, diciéndole en voz muy baja canciones apacibles”.


Paisaje que D. Manuel Martínez Barrionuevo contempló desde la cuesta de la Cilla. Los dos picos que se sitúan sobre el horizonte corresponden a la Gomera y al Gomerón, un poco  más abajo el cerro del Acebuche. No aparece en la fotografía el pico de San Cristóbal, probablemente el peñón del Terril o peñón de Algámitas. Apenas si se ven los restos del que fue peñón de Marruecos que, anque no es mencionado, nuestros viajeros tuvieron que ver forzosamente en aquel momento. En prmer plano después del río, el llano de la Huerta. Para ver más detalles cliquead sobre la imagen.

“La plaza de la Constitución es hermosa; la plaza de Abastos también; en el Ayuntamiento tuvimos la fortuna de encontrar al alcalde D. Juan M. Benjumea, persona ilustradísima, y al secretario D. Juan Díaz; díjome éste que el origen de Puebla de Cazalla es desconocido. Por lo que pregunté con insistencia, fue por las minas y por las ganaderías de caballos de que nos habla Madoz: se me dijo que en la Puebla no hay nada de eso. Las calles de Marchena, de la Victoria, de la Cruz, de Mesones, son las de más importancia; esas calles de paredes blanquísimas donde el sol centellea haciendo cerrar los ojos por el dolor.

Hablar de las atenciones que nos prodigaron sería inútil; es preciso ir de pueblo en pueblo, en esta hermosa y extraña peregrinación, para convencerse de lo que es el trato amable, cariñoso y noble de estas poderosas familias andaluzas; la distinción, la sencillez con que lo hacen todo, y no hablo del desprendimiento, porque ya se sabe que de esa cualidad goza toda Andalucía en el mundo. Recuerdo la casa de D. Eugenio Benjumea, recuerdo a la señora de la casa, a las señoritas Juana y Lola, bellas flores de aquel rico campo de la Puebla, y recuerdo al sin par Antonio, que nos acompañó en nuestra caminata por aquellas calles encendidas con el sol, como si cayese fuego del cielo”.



Creemos que esta puede ser la casa de la familia de D. Fernando Benjumea aunque no podemos asegurar que en 1.895 estuviera ya levantada, tal vez algún lector podría aclararlo. Corría la voz en la Puebla de que esta casa era una copia de otra que había en Buenos Aires propiedad de la misma familia. La otra casa de los Benjumea a la que se refiere Martínez Barrionuevo, podría ser la que está en la calle San José esquina con la calle Sevilla, ésta sí estaba ya contruida en 1.895 pues hay un indicación en tal  sentido en el portón del antiguo zaguán, que todavía se conserva, a pesar de la remodelación que sufrió la casa original en los años 90.

“Hay otro Benjumea, D. Fernando, marino distinguido de muy probada cultura y uno de los mayores contribuyentes; en su casa estuvimos y recuerdo las curiosas noticias que me dio relacionadas con la agricultura, y de su hacienda de San Antonio, en el pago de Fontanar, de 4.600 hectáreas, completísima escuela de los olivareros del país y de gran renombre en toda la región andaluza.

La Puebla de Cazalla es un pueblo rico; no es extraño, lo es Andalucía, aunque tanto se hable de sus miserias y de los malos tiempos… pero no continúo, no vaya a salir con una indiscreción; hago memoria de ciertas frases de la alcaldesa de Aguadulce, que deslizó con su gracioso dejo andaluz:

– ¡Ay, pero no digasté esas cosa je nel papé, que nos va aumentar las contribucione!

Y es que el contribuyente quisiera ocultarse toda la vida del fantasma tenebroso del fisco, sin poder lograrlo, y está a todas horas creyendo ver una nueva <<socaliña>> (palabra textual), como el candoroso ganapán cree ver asomar a todas horas entre el ramaje que lo oculta, el cañon tremebundo de la escopeta.

Volvimos a casa de los Sres. Moreno de los Ríos, de quienes hasta ahora nada hablé de esta familia, nos acompañaban los dos abogados, Luis y Francisco, Curro que es su verdadero nombre; los dos son andaluces de veras y de muy gran juicio, de Curro puedo decir que es ciego, como que siempre lo han de llevar del brazo; este hombre de inteligencia superior, hizo su carrera con gran aprovechamiento, solo, por las lecciones que oyó leer a tal o cual compañero amable.

Llegamos a la casa, hablando siempre del pueblo, de sus hermosas condiciones de vida, de aquel molino Benjumea, movido por agua que se despeña por la zúa como alegre algazara de voces de chiquillos, de los otros molinos del pueblo, entre los que hago mención aquí, por acordarme, de uno de nuestro amigo D. Juan Ternero, otro de D. Félix Bernáldez, dos de los Sres. Benjumea, uno de D. Arcadio Raya y el de los Sres Moreno de los Ríos”.



La casa que se cita de los Moreno de los Ríos, estaba situada en la calle Mesones, esquina con la calle de la Cruz. En la imagen la placa de azulejos que se conserva en la actualidad sobre la fachada del nº 38 de la calle Mesones, y que rememora el nacimiento de un miembro de esa familia con una especial significación para La Puebla.

“Después de aquel largo paseo cuyo principal aliciente no fue de seguro el sol de justicia que nos fue clavando dulcemente en los sesos sus magníficos rayos de oro, al volver a casa de D.ª Francisca de los Ríos y entrar en aquel gabinete de la derecha, fresco y umbroso, experimentábase un cierto desmayado placer, sensualismo del alma que debe sentir el viajero en fiera tarde canicular, cuando chispea más el sol, cuando el cerebro se abrasa, y encuéntrase de pronto una palmera y un arroyo que se desliza a su sombra, todo arde, todo cruje, sopla un viento que quema las entrañas y tiene al caminante a sus pies el agua cristalina, cuyos vapores fríos suben a deleitarle el corazón.

Aunque habíamos almorzado allí a nuestra llegada, se nos tenía preprarado un delicadísimo <<lunch>>; pero lo más delicado que allí hubo, fue la dulce jovialidad de la señora de la casa, tipo hermoso y noble de las antiguas damas labradoras de Cervantes y Calderón; que tipos así, como los otros del caballero del verde gabán, los hallará el observador a cada instante en las casas ricas de estos bellísimos pueblos andaluces. De Belén, de Manuela, de Lucía y de aquella otra Lucía que empieza a vivir, la biznieta, el hermosísimo angelillo del hogar, que estuvieron también en el comedor acompañando a la abuela, que nos acompañaba haciéndonos los honores, nada digo, sino que llenan el corazón con ese <<ángel andaluz>>, fama y prez de las mujeres de aquí”.



Esta finca, que siempre ha sido conocida en La Puebla como la Fábrica, perteneció a la familia de los Moreno de los Ríos que tuvieron, según rezan los anuarios comerciales del s. XX , fábricas de aceite, harinas y la compañía suministradora de agua potable a nuestra localidad que extraían del manantial de Piyaya situado en las inmediaciones. Con toda probabilidad, en la fecha del artículo periodístico no estaba aún construida pues no es mencionada por el cronista cuando es bien visible desde la cuesta de la Cilla.

“Retiráronse cuando concluimos… Y después de la despedida, cuando volvíamos a Morón con José María de Luna y Calixto Ramos, cuando dejaba atrás el coche rápidamente la carretera, cuando llegábamos a Morón a esa hora dulce del crepúsculo, divisándose vagamente, allá confundida en el cielo, entre la Atalaya y la torre de San Miguel, la masa obscura del castillo con la nota alegre de las casitas blancas de su barrio mozárabe, en aquel inmenso disco de sol sin luz que se hundía en la tierra, parecíame ver aún,como la vi desde el comedor, la figura gentil de Lucía cuando se retiraba, desdibujándose a mis ojos a través de los arbustos y las flores del patio, y sus cabellos negros que se destacaban en el fondo verde las begonias que cubrían el muro y los puntitos de su falda blanca, destacándose también entre las orquídeas y el rojo espléndido de los claveles”.

Esperamos que la lectura de este espléndido reportaje haya resultado de vuestra entera asatisfacción. Pronto volveremos a estar citados para seguir compartiendo nuestra afición por las cosas de la Puebla. Gracias por vuestra fidelidad, queridos lectores y paisanos.

OTRAS FUENTES:

CÓMEZ RAMOS, R. Pasadizo o “Sabat” un tema recurrente en la arquitectura andaluza. Rev. Laboratorio de Arte nº 1, pág. 28. . Ed. Dpto Historia del Arte, Universidad de Sevilla, Sevilla 1.988. De la fotografía del Arquillo Viejo.

QUILES FAZ, A. Aproximación a la figura y la obra de D. Manuel Martínez Barrionuevo (1.857 – 1.917). Rev. Jábega nº 59, págs. 64 a 72, Ed. Dip. de Málaga, Málaga 1.987.



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Jul 26 2012

PARQUES, PLAZAS Y JARDINES DE LA PUEBLA DE CAZALLA (I): EL PASEO DEL CURA

Publicado por en BIBLIOTECA,FOTOTECA,LA PUEBLA

Comenzamos con esta serie una breve salida virtual por los parques, jardines y plazas de nuestro pueblo. En estos paseos, que en este tiempo es mejor hacerlo con la frescura de la mañanas, trataremos de profundizar en aspectos de su estilo paisajístico o arquitectónico, detalles de las especies predominantes, fechas de las principales modificaciones y posibles curiosidades que pudieran estar umbilicadas con estos lugares. En tiempos se decía que la superficie ajardinada de nuestro pueblo era de las mayores de la comarca si hacíamos el cálculo en base al número de habitantes. Quizás al final de la serie podamos responder a esta pregunta conociendo lo nuestro y teniendo datos de otros lugares cercanos a nosostros.

En el año 1.992 se publicó por parte del Ayuntamiento de la Puebla de Cazalla un librito curioso y que estaba en la moda de aquellos momentos respecto a la educación ambiental, el mismo estaba basado en un trabajo de campo anterior realizado por Manuel Cabello y Manuela Raya que identificaron las especies vegetales de las zonas ajardinadas de la Puebla. Con esta base,  ampliada con posterioridad con otros datos locales y con referencia al origen o propiedades botánicas de las especies, se editó el libro con ilustraciones de los ejemplares en porte real realizadas por Juan Cabello y los textos y la identificación de especies de Manuel Cabello.


Portada del libro Guía de árboles y arbustos de La Puebla de Cazalla. Ed. Municipales, 1.992.

Desde entonces a estos días hay varios parques de nueva creación como el propio Paseo del Cura, el parque Manuel Azaña, el parque del Chorrito o el parque Fernando Brea, etc. Por todo ello no sería redundante volver a tratar el tema y actualizar aquel trabajo, trataremos de hacerlo en la medida de lo posible a través también de un pequeño viaje en el tiempo de forma que siempre que contemos con fotografías o datos de estados anteriores os los traeremos para que la perspectiva temporal pueda también ayudarnos a entender la vida e historia de estos lugares.


Postal de la calle Mesones en dirección a la plaza Vieja y que da acceso a la cuesta de la Cilla en cuyo margen derecho se encuentra construido el paseo del Cura. Serie de postalesde la Puebla de la década de los 60-70 editada por Postales San Pi e impresas por papelería Morato.


La calle Mesones en la actualidad aunque desde una localización más cercana a la calle Pizarra.

El paseo del Cura se localiza en la trasera de la Iglesia Parroquial de Ntra. de las Virtudes y en las espaldas o corrales de la calle San Pedro,  la superficie tiene una extensión aproximada a 2 Hectáreas, 24 áreas y 59 centiáreas (3 fanegas y 6 celemines).  El terreno completo del parque, también conocido como Cerrete, se adquirió hace relativamente poco tiempo, en concreto fue en el año 1.992, anteriormente se había construido un mirador que el movimiento del terreno hizo que se tuviera que modificar y sustituir por este más pequeño que hay en la actualidad.

Si nos fijamos en la foto de la geología del terreno,  se observa que en la zona del parque  existen dos materiales distintos que entran en contacto. Para ver el detalle puedes abrir el fragmento de mapa en una nueva pestaña o ventana. En concreto hay materiales del Cuaternario  correspondientes a terrazas del propio río en otros tiempos (aprox. hace 2,5 millones de años) y cuyo borde (señalado en rojo) crea una especie de micromanto de corrimiento que hace que se produzca un pequeño desplazamiento ladera abajo. Por otro lado este borde si lo prolongáis en el mapa hacia el arroyo de San Antón se repite y además coincide con el afloramiento de muchos de nuestros pozos (el pozo Marcos, el de Magaña, la fuente del Conejo, el resumidero de la cuesta del colegio San José, etc.). La otra mitad de la Puebla presenta los materiales del Terciario (puntos rojos sobre fondo verde) que pertenece a lo que viene en denominarse Mióceno superior dentro del Andaluciense y que en la hoja se corresponde con materiales de areniscas (la piedra de arena), conglomerados (como hormigón natural) y limos,  todos ellos más antiguos que el material de las terrazas fósiles  y de una edad entre 5 y 6 millones de años. Ambos materiales tienen vacíos entre ellos debido a que los más antiguos estuvieron en superficie, se erosionaron y después sobre los mismos se depositaron otros más modernos no continuados en el tiempo. A esto se le llama discordancia y se da en parte de los terrenos de nuestro casco urbano.  Un análisis más profundo de esto daría al menos para otra entrada que tal vez hagamos en su momento.

Volviendo a los terrenos de la Iglesia Parroquial y el parque, parece como si la edificación o emplazamiento se hubiese escogido en una zona de piedras más duras, conocidas en nuestros pueblos como herrizas. Este término que en general hace alusión a un terreno pedregoso, entre nosotros también lo hace a zonas que son de piedra más dura y por tanto donde hay que parar la cimentación; pues bien da la impresión cuando nos fijamos en el edificio de la iglesia, que hubieran cementado sobre herrizas del Andaluciense, periodo ya de retirada del mar y el resto o borde es lo que poco a poco se desplaza milímetros por año y provoca el corte en la cuesta  o provocó en su día el derrumbe del primitivo mirador.


Fragmento del mapa geológico escala 1:50.000 en la hoja de Marchena y en la que aparecen los terrenos del solar de la Puebla. Para ampliar, pincha sobre el mapa y abrirá en una nueva ventana para una visión en detalle.

En el actual mirador se observa este desplazamiento del terreno como se puede comprobar en la foto siguiente.


Muros del actual mirador con desplazamiento de la ladera, la construcción con elementos flexibles independientes y muros de piedra sin cementar han sido un acierto dada la inestabilidad de la zona.

La zona de mirador, aunque pequeña y sin demasiada visibilidad al horizonte por los árboles existentes, no deja de tener cierto encanto, en ella el mirto y las herrizas evocan la mezquita de culto a Alá  que núnca pudo llegar a construirse y que por tanto  no pudo quedar en el subsuelo paciente.


Interior de la zona del mirador del Paseo del Cura.


Vista exterior de la zona norte del mirador, al fondo uno de los cipreses del paseo.


Vista aérea del mirador por a vista de pájaro

En realidad el proyecto de un bosque que acune a la Puebla por el SE, es una idea bastante antigua y que se sugirió en la redacción de las primeras Normas Subsidiarias de la Puebla y que vino a establecer el ordenamiento y la planificación urbanística que después se ha desarrollado en nuestra localidad. Pretendía el arquitecto redactor del documento preliminar de estas normas, la reforestación de toda la ladera completa, tanto la que conocemos hoy como la del Cura como la zona de la cuesta San José y que da a la espalda de la calle de la Plaza de Toros y del Arquillo. Desde luego la idea es magnífica y desde el punto de vista paisajístico muy sugerente, no tenemos más que observar el aspecto que presenta en la actualidad la zona reforestada  en la ladera del Cura.


Foto de la ladera y Paseo del Cura desde la carretera de Villanueva y viniendo desde el Parque del Corbones. Obsérvese el contraste entre uno y otro margen de la cuesta de la Cilla.

Tanto desde la zona de la Fuente Vieja como desde Osuna o desde la carretera de Lantejuela, el efecto del bosquete de pinos, algarrobos, melias, naranjos y palmeras es un contrapunto estético singular para la Puebla, resaltado quizás por  la magnificiencia del edificio de la iglesia y su peculiar arquitectura.


Vista del Paseo del Cura desde la carretera de Villanueva de San Juan


Vista desde la Autovía-92 viniendo de Osuna

Probablemente la idea original se retomó en los objetivos fundamentales y así en el año 2.000 se continuaron las obras inacabadas y se volvió a reforestar la zona, se concluyó la escalera que baja la ladera y se terminó en parte la pérgola de salida. El  año 2.010-2.011 se hizo el vallado perimetral  y el talud que da a la carretera.

En realidad el conjunto de ajardinamiento de la ladera plantea dos caminos que aprovechan las curvas de nivel y que tienen un total de 900 metros lineales, en los mismos se colocaron bancos de madera y aparateje rústico para estiramientos, saltos de longitud y ejercicios al aire libre, todo ello en madera y ya se sabe…….


Vista del camino de albero superior

Los caminos en albero compactado, permiten un paseo por ellos y conectar con la calle trasera que se pavimentó en hormigón semiseco y que daba salida a las cocheras de la calle San Pedro. Toda esta obra la realizaron desde la Diputación de Sevilla y esto permitió que se pudiera acometer el riego de la arboleda en los primeros años de siembra  con aguas traídas desde el pozo salino del parque del Corbones. El talud desde la nueva calle hasta el primer camino se encuentra reforestado con casuarinas (falsos pinos) australianas de crecimiento rápido y buenos fijadores de suelo. Además de estas hay sembradas acacias salinas. En los caminos hay melias de hoja caduca para bordearlos y que permiten el paseo soleado en otoño e invierno. En determinadas zonas aparecen naranjos que fueron traidos de un arranque de un cortijo del término de Marchena y manchas de palmeras washintonias o de hoja en abanico.


Camino con melias o lilas, también llamados árboles de los rosarios por los huesos o cuencas de sus frutos.


Vista aérea de la la ladera donde se observan los caminos y la calle de la trasera. Puedes pinchar para ampliar la imagen

Además de estas tres especies arbóreas podemos encontrarnos de vez en cuando algún almez (celtis australis), algún alcornoque o encina. Ninguno de esos ha tenido un crecimiento rápido, ni siquiera los naranjos que al final no les ha gustado el cambio de tierra, tampoco en algunas calles de la Puebla donde se sembraron y es que ya se sabe que los cambios drásticos a unas determinadas alturas de la vida ya no son tan viables. Pero entre todos los arboles del Paseo del Cura, son lo pinos carrascos o pinos de Alepo y sobre todo los algarrobos los que  lucen magníficos, con portes envidiables  y con enormes desarrollos. En las noches de viento solano fuerte tocan con sus hojas algún ciprés o alguna tuya y dejan que el aire silbe entre ellos pareciendo que fuera el fantasma del capitán que recorre los pasillos traseros de la iglesia.



Algorrobos y pinos carrascos en el Paseo del Cura

El estrato arbustivo o sotobosque del parque está formado por romero y algún lentisco, se trataba en su momento de tener un modesto jardín botánico que permitiera conocer parte de las plantas del bosque mediterráneo de zonas más cálidas y menos lluviosas como la nuestra.


Romero del parque


Lentisco

Aunque no sea una zona que destaque por su especial acceso adaptado, sin embargo es posible el mismo, quizás uno de sus aspectos más interesantes además de lo que allí se puede hacer y de lo que se puede ver,  sea la escalera  que recorre toda la ladera y cuya vista os reproducimos.


Escalera de subida por la ladera

Estos detalles junto a otros tienen que ver con su emplazamiento, el paisaje en general de la zona, etc. hacen de la misma un lugar interesante de nuestro pueblo, no en vano era llamada también el panteón de la iglesia  por aquello del cementerio que estaba aledaño a la misma. Tiene por tanto un halo de zona misteriosa y sobre la que además se cuentan numerosas anécdotas cuando los años de estrasperlo o cuando los corrales de tabiques muy bajos, eran lugares para aliviar el cuerpo. Os invitamos a compartir alguna de ellas si las conocéis o las tenéis oídas. Un pequeño arreglo en sus caminos, en las luminarias de la calle (precioso el espectáculo cuando estaban encendidas vistas desde la carretera) y en su mobiliario rústico, le vendrían muy  bien para mantener su conservación y buen estado. A continuación os insertamos la presentación con la colección completa de fotografías.


FUENTES:

CABELLO, J. y M. CABELLO: Guía de Árboles y arbustos de la Puebla de Cazalla. Ediciones Municipales del Ayto. de la Puebla de Cazalla. Sevilla, 1.992.

VV.AA.: Mapa geolólogico de España Hoja 1.004. Instituto Geológico y Minero. Publicaciones del Ministerio de Industria. Madrid, 1.977.

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Jun 09 2012

EN LA PUEBLA DE CAZALLA QUEDA ELIMINADA LA CANCELA EN EL CAMINO DE LOS FRAILES

Publicado por en ACTUALIDAD

Como ya saben todos los lectores del Blog por los diversos comentarios que se han vertido en el mismo sobre el particular, en esta semana se ha procedido por parte del Ayuntamiento de La Puebla de Cazalla, a dejar expedito el camino de los Frailes eliminando la cancela que en el mismo había interpuesto unilateralmente, y con evidente abuso de posición, uno de los propietarios de la zona.


Aspecto que ofrece ahora el emplazamiento de la cancela en el camino de los Frailes después de la actuación municipal

Igual que la mayoría de los lectores conocían ya esta noticia, también concocerán las vicisitudes por las que ha ido pasando esta historia para finalmente concluir en la situación que acabamos de anunciar, probablemente esto no será más que el principio de un largo litigio entre el propietario afectado y el municipio de La Puebla de Cazalla pero ahora creemos que asentado en sus justos términos, es decir, en los que implica que sea el propietario quien tenga que demostrar el carácter privado del camino y no al revés.


Otra vista de una reja que no debió colocarse nunca

Queremos recordar a nuestros lectores que el camino de los Frailes, de una extensión aproximada de 6 kms o algo más, transcurre serpenteante desde la Junta de los Ríos, en donde se confunde en un pequeño tramo con la vereda de la Boyera, hasta el costado izquierdo de la presa, todo ello en una zona de nuestro término municipal que oscila entre la sierra y la ribera de la margen derecha del río Corbones antes de unirse con el arroyo de la Peña.


En el camino de los Frailes puentecillo sobre el río Corbones antes de llegar a la Cabrera

A pesar de la relativamente corta extensión del camino de los Frailes, éste encierra o reúne en la misma un conjunto de valores de muy diverso tipo que, empezando por los paisajísticos, vamos a recordar a todos nuestros lectores: río Corbones, cuesta de la Brava, peñón de la Junta, cerros del Cañuelo y de Guadarzal, lomas del Pinalejo, lomas de la Cabrera, llano de la Palmosa, etc. También hay que tener en cuenta los deportivos y de esparcimiento pues es una ruta habitual de numerosos ciclistas y andarines, tanto de La Puebla de Cazalla como de las localidades vecinas así como de familias que usan sus inmediaciones para pasar los domingos y días de fiesta en contacto con la naturaleza.


Vista del Pinalejo desde los Frailes

Además de lo dicho no hay que olvidar que la zona también contiene otros sólidos valores como son los que corresponden con el patrimonio natural donde podemos contabilizar, por ejemplo, una riquísima botánica asociada a los diferentes ecositemas que se dan en el camino: ribera, monte bajo, tierras de cultivo, etc., donde se incluyen en cada uno de ellos una gran variedad de especies vegetales.


Palmitos, acebuches y lentiscos, entre otras muchas plantas, se dan a todo lo largo del camino de los Frailes que presenta este aspecto en la primavera

Y por último, aunque no menos importantes, también podemos contabilizar los valores etnográficos que están presentes a lo largo de esta vía de los Frailes, pues en su margen abundan los restos de antiguas chozas de tajoneros como las de Faena o de Morillón, etc., así como las ruinas de cortijos (el propio camino le debe el nombre a uno de estos antiguos cortijos propiedad en su momento de los Benjumea, y antes de las desamortizaciones del siglo XIX probablemente de la Iglesia como acaso insinúa su nombre) o de fincas como la Cabrera que su propietario conserva todavía en un excelente estado, y que nos ilustran a la hora de imaginar cómo sería la vida unas cuantas décadas atrás cuando el peso de lo rural en nuestra sociedad aún era tan importante.


Casilla de la Cabrera en el camino de los Frailes

Y por hoy nada más amigos del Blog, en próximas entregas iremos añadiendo a esta información trabajos más de detalle sobre los diferentes aspectos del camino que hoy solo hemos mencionado. Gracias por vuestra fidelidad a nuestras páginas.

Han sido muchos los lectores del blog que una vez eliminada la cancela se han alegrado de la noticia aunque no todos han tenido la ocasión de ver la zona despejada al menos parcialmente sin la herrumbre que cortaba el camino. Nuevamente nos hacen llegar fotos de ese mismo día de la retirada con el ruego de que se publiquen. Atendiendo al mismo, os insertamos varias de ellas realizadas por uno de los muchos habitantes de nuestro pueblo que siguieron con preocupación todo los acontecimientos.


Imagen de uno de los postes de la antigua cancela con el rótulo en papel que se colocó en su retirada

Imagen amplia con el rótulo en papel y que  arrancaron enseguida y donde se leía el contenido del rótulo.


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Abr 17 2012

EN PUEBLA DE CAZALLA EL CLUB CICLISTA LA ESCALADA CONVOCA CONCENTRACIÓN CONTRA LA CANCELA EN EL CAMINO DE LOS FRAILES

Publicado por en ACTUALIDAD

Efectivamente, amigos y lectores del Blog Morisco, nuestros paisanos del Club Ciclista la Escalada, que desde que se inició el conflicto derivado de la ocupación por un particular de suelo público en la vereda de la Boyera y camino de los Frailes, ha venido desarrollando una serie de meritorias actuaciones encaminadas a defender el uso comunal de dichos caminos al amparo del carácter público de los mismos, en estos días protagonizan un hito más en esa lucha convocando a todos sus asociados, y a cuantos moriscos lo deseen, a nueva concentración de protesta.


Croquis del trazado del camino de los Frailes en nuestro término con la situación aproximada de la cancela y el pantano

El camino de los Frailes transcurre entre la Junta de los Ríos y la presa sobre el Corbones en una zona de nuestro término municipal con gran valor ecológico, paisajístico, deportivo y etnográfico que ha venido siendo disfrutada secularmente por los moriscos y los visitantes que se acercaban a nuestro pueblo. Por otro lado, el carácter público reivindicado por el Club Ciclista la Escalada y por numerosos usuarios del mismo para el camino de los Frailes, vendría avalado por el reconocimiento de dicho carácter que han hecho diversas administraciones multitud de documentos oficiales a los que el Blog Morisco ha tenido acceso en los últimos días y que pondremos próximamente a disposición de los lectores y amigos que nos siguen, sin embargo, dicho reconocimiento chocaría con los intereses del propietario de la zona que unilateralmente ha cortado el libre paso consuetudinario por el carril mediante una cancela de cuando menos dudosísima legalidad por no decir otra cosa.


Cartel anunciador in situ de las inversiones efectuadas por las administraciones públicas en el acondionamiento del camino de los Frailes

Dicha concentración de protesta, que es la segunda que realiza el mencionado club morisco con el mismo fin, tendrá lugar según los convocantes el próximo domingo día 22 a las 12 de la mañana en las inmediaciones del camino, aunque contará con otros actos que se llevarán a cabo a una hora más temprana en la localidad. Cabe también reseñar que además de la concentración va a realizarse  en colaboración con uno de los propietarios afectados contrario al cierre del camino, una jornada de convivencia de todos los asistentes a la concentración donde se decidirán las próximas acciones a emprender en relación con este asunto.


Convocatoria de la concentración efectuada por el Club Ciclista la Escalada. Cliquea sobre la imagen para agrandar la misma

Desde el Blog Morisco nos sumamos una vez más al llamado de los amigos del Club Ciclista que con su lucha están dando todo un ejemplo de comportamiento ciudadano al defender un derecho de todos los moriscos que no debemos dejarnos arrebatar. Seguiremos informando.


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Dic 31 2011

INDUSTRIA Y ARTESANÍA TRADICIONALES DE LA PUEBLA DE CAZALLA (I): EL MOLINO DEL PAN

Desde aquel 29 de noviembre de 2.009 en el que publicamos en el album titulado “Fotos de los años 50”,  una imagen del Molino del Pan con un aspecto todavía de instalación en funcionamiento y con toda su edificación última conocida, albergábamos la idea de recuperar parte de la historia del molino y de sus últimos propietarios que lo utilizaron como tal. La anterior entrada sobre el belén de la Hermandad de Jesús hacía alusión a los olores, olores de dulces, olores de pan, artesanos, bullir de la vida en imágenes de barro o escayola muertas y que nuestra imaginación hace que alboroten universos y microcosmos que caben en apenas varias tablas, también se hablaba del río que encarnaba la vida en un laberinto de materia y energía que circula y fluye.


Cuadro realizado por Carmen Moreno Andrade donde recrea el molino de su padre.

En este caso os hablaremos de un molino de harina movido por un río,  el  río  Corbones, sus aguas  se prolongaban en un brazo animado rebosante de energía que movía  corazones para que el almidón pudiera endulzar la vida y el sustento. Con el roce de sus piedras, salía la harina, harina con la que se hacía el pan que muchas veces calmaba el hambre interminable e insomne de aquellos años terribles de escasez.


El puente del canal del molino o cauz. Se conoce como el puentecillo o puente del molino del Pan.

Carmen Moreno Andrade y su hermana pequeña Isabel, nos narran las peripecias de su familia y de su padre como encargados del molino.  Ellas representan parte de la familia de ocho hermanos, dos niños y seis niñas, que su padre junto a su madre sacaban adelante con ayuda de la molienda. Carmen, la tercera de la saga, toma la voz cantante por una simple razón cronológica, era la tercera de los ocho hermanos y ella sí que vivió el esplendor del molino y la hambruna de aquellos años; nos describe incluso máquinas que aunque ya no funcionaban, las recuerda perfectamente  y sabe, porque se lo dijeron así, que esas dinamos llevaron las primeras luces a La Puebla, luz generada por el agua del río, la misma que movía en ocasiones y a la vez, las cuatro piedras del molino. Isabel a su lado, escucha el relato de su hermana Carmen, a ella le gustaría haber estado allí, en medio de los ruidos de las piedras de molienda, cribando la harina y ganando algunos reales por la tarea como Carmen o sus hermanos mayores, a pesar de ello Isabel tiene también muchos recuerdos, imnumerables recuerdos, unos contados y otros vividos.


Foto del molino de La Puebla, aproximadamente años 50-60. Cortesía de Carmen e Isabel

Es un testimonio interesantísimo, consiguen queridos lectores, describir con su voz el edificio del molino, la vegetación que lo rodeaba, el sonido de las bestias que llegaban cargadas, el sonido del agua que fluía en un caminar interminable y eterno por debajo de la cocina y movía el rodezno engarzado al árbol de las piedras del molino. Nos describen los primeros tejares que fueron apareciendo, los peces que habitaban las aguas del pequeño canal, la vida de las anguilas y las serpientes de agua, los baños censurados de las mujeres, los chiquillos que se tiraban desde el puentecillo de cabeza y  en cueros vivos.


Composición realizada con un vista del año 2.004 y la foto de la década de los 50-60. Puedes ampliarla cliqueando sobre la misma.

Escucharemos palabras como la maquila, que era el pago en trigo que se hacía al padre de Carmen e Isabel por la molienda. Ellas hablan de su padre con admiración, dicen de él que fue  un buen hombre y trabajador, que se arriesgaba incluso a moler cuando lo prohibían en plena posguerra, con tal de  que aquellos años tan difíciles no se cobraran más muertes de miseria y hambre, también el molino tenía su actividad clandestina que aprovechaba el infatigable fluir del agua por el pequeño cauce, esta actividad no se trataba de estraperlo sino de molienda roja de agua, a veces llegaron las autoridades a clausurar el propio molino por este motivo.


Foto general con la vista de toda la zona, el molino en la parte N. O. en la esquina inferior derecha de la foto. Puedes ampliarla clikeando sobre ella y observarás detalles muy curiosos, en la presentación final aparece esta misma foto con indicación de diferentes lugares, algunos especialmente sorprendentes en la actualidad.

Parte de los datos que se recogen en la grabación, se conocían ya, por ejemplo, el hecho de que la primera energía eléctrica que hubo en la Puebla fuera procedente de dinamos instaladas en el molino, lo recogen varios autores y aficionados a la historia local. Antonio Torres aporta datos de este hecho en un documento titulado la “Edificación en la Puebla”. Por otro lado parece conveniente incluiros una breve  información gráfica o esquema al menos de la tipología de estos molinos de rodezno horizontal. En la cercana Alcalá de Guadaíra, dado lo abundantes que fueron este tipo de instalaciones agroindustriales, se han realizado multitud de trabajos desde la propia Universidad de Sevilla y en los distintos centros educativos de primaria y secundaria.


Esquema de un molino harinero de rodezno. Tomado de monumentos/Molinos Harineros

Finalmente los avances tecnológicos y el nuevo puente terminaron con el batir continuo de las piedras, su padre murió muy joven y entre unas menguas y otras, el molino paró y paró también el agua del pequeño canal y el puentecillo. Nos quedan algunas fotos de la década de los 40-50, una recreación del edificio del molino que Carmen ha realizado con sus recuerdos y una especie de masa, masa parecida a la que daba la harina y que ella ha coloreado con su memoria. Con todo ello hemos preparado un pequeño reportaje gráfico. Ella misma apunta que había otros dos molinos cercanos: el de La Caridad y el de San Isidro, el primero en término de Marchena y el segundo en plena sierra de la Puebla, cerca de Rejaplata. Quizás otro día hablemos de ellos, ahora toca el molino de Carmen e Isabel, el Molino del Pan. No dejéis de oir la explicación al nombre que tenían las piedras del molino: “la Francisca”, “la Ana”, y “la Rafaela” que venían de  la malagueña Teba, famosa por sus jaspes y piedras de molino. Y “la Francesa” de duro pedernal y de la que ellas no conocieron su sustitución nunca. En la parte final del documento sonoro, casi un pequeño audiolibro, tienen unas reflexiones sobre la vida en La Puebla de entonces y el papel de la mujer, que merecen cuanto menos una escucha atenta y una reflexión.

Gracias a Carmen Moreno Andrade e Isabel Moreno Andrade, las del Molino del Pan e hijas de su último molinero.

AUDIO SOBRE EL MOLINO DEL PAN. PARTE A

[audio:http://www.elblogmorisco.es/wp-content/uploads/2011/12/Molino-del-pan11.mp3]

AUDIO SOBRE EL MOLINO DEL PAN. PARTE B

[audio:http://www.elblogmorisco.es/wp-content/uploads/2011/12/Molino-del-pan112.mp3]

AUDIO SOBRE EL MOLINO DEL PAN. PARTE C

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Nov 12 2011

RUTAS POR EL TÉRMINO DE LA PUEBLA DE CAZALLA (III): VEREDA DE LA BOYERA (1)

Publicado por en ARCHIVOS,FOTOTECA,LA PUEBLA

Como saben amigos lectores, en los últimos meses ha estado de actualidad en nuestro pueblo el cierre del camino de los Frailes. Cerramiento que parece, a juzgar por uno de los últimos comentarios enviados al blog, que se producirá el próximo 30 de este mes. Ya hablábamos de esto en un artículo anterior y parece que por el número de comentarios recibidos ha tenido muy buena acogida entre ustedes, cosa que no nos cansaremos de agradecer.
Pues bien, parece que en parte debido a nuestra información, en parte a la presión de la opinión pública local y tal vez en mayor parte todavía a la difusión que al hecho le han dado los amigos de la Escalada, el responsable de tamaño atentado al dominio público hubo de retranquear la cancela la distancia suficiente para evitar la vereda de la Boyera.


Vista de la cancela sobre su emplazamiento primero en la vereda de la Boyera

Victoria parcial, hay que reconocerlo, sobre las pretensiones de este señor, pero algo se ha logrado, por todo ello volvemos a traer este asunto a la primera página de nuestra actualidad. Al mismo tiempo circulan rumores de que este tramo, hace ya mucho desaparecido, va a ser deslindado por iniciativa del Ayuntamiento. Esperemos que sea así y que no le tiemble el pulso al alcalde en este asunto de interés público en el que la administración debe de ser tan celosa en su salvaguarda. Sería una buena noticia que desearíamos publicar en nuestro blog. Y porque el lugar merece la pena, hoy queremos traer a ustedes una aproximación tanto visual como descriptiva del mismo. Procuraremos conseguirlo.


Croquis de nuestro término con el recorrido por el mismo de la vereda de la Boyera

La vereda de la Boyera es un antiguo camino ganadero que con 21 km de longitud, un ancho legal de 20.89 mts y procedente del de Marchena, atraviesa nuestro término de norte a sur por las proximidades de la Coronela. Alcanza el espacio del que hablamos viniendo del cortijo de Corias, pasando por el Fontanar, las Bodeguillas y atravesando estos terrenos hasta la Junta de los Ríos. Después continúa por la misma carretera de Villanueva separándose de ella más adelante en torno al km 17. Finalmente, en los alrededores de la Romera, por el pago de los Puertos, se adentra en el término de Morón. Su nombre proviene de buey, un animal rural que aunque prácticamente ausente en los últimos años de nuestros campos, en épocas anteriores fue muy utilizado en las labores agrícolas pues por su mayor fuerza sustituía con ventaja a mulos y caballos en muchas de ellas como el ara o el tiro de carros y carretas.



Tramo, hoy perdido, de la ruta de vereda de la Boyera objeto del artículo del blog

Este tramo del que hablamos, transcurre entre la carretera de las “Boeguillas” y la Junta de los Ríos. Se trata de unos casi 2 kms de camino prácticamente inexistente, sin apenas rastro de su trazado, que discurre entre lomas y pequeños cerros y la propia orilla del arroyo de los Frailes, parte ocupado por tierras de labor y parte perdido por entre la vegetación natural constituida por monte bajo y arbustos de la zona, como queda reflejado en algunas de las fotografías: hay lentiscares, acebuches, palmares, espartos, etc.



Punto aproximado de la carretera de las “Boeguillas” de arranque del tramo de la vereda de la Boyera. Al fondo cortijo de San José o de las “Boeguillas”

Ha sido seguramente una combinación de factores diversos la que ha hecho posible que el tramo de vereda se perdiese en esta zona, por un lado la falta de uso y de tránsito tanto de ganado como de personas que los cambios acontecidos a partir de los años 60 en el mundo rural y el abandono en que éste quedó, pero también han influido, cómo no, la falta de respeto de los titulares de las fincas colindantes por la propiedad pública y desde luego la dejación de responsabilidades por parte de las administraciones encargadas de la policía del campo y de velar por el bien común.


Vista desde un punto del tramo perdido de la vereda de la Boyera.

Lugar de atractivas vistas como tantos en nuestro término. Juzguen ustedes por estas imágenes y otras que les ofrecemos, todas ellas tomadas con la suave luz del atardecer de un día del entonces declinante verano. Luz que matiza los colores y hace más hermosos a pesar de la sequedad dominante, estos parajes.



Nueva vista desde otro punto de ese tramo

En la imagen inferior se puede apreciar la frondosa vegetación a pesar de lo avanzado de la estación veraniega en que fueron hechas las fotografías, con la vega del Corbones abajo flanqueada por los cerros del Madroñal (476 m), la cuesta de la Brava, el Guadarzal (366 m) y más a la izquierda la Cabrera Alta (516 m).


Otra bonita vista panorámica desde la vereda de la Boyera

Nosotros desde aquí queremos modestamente contribuir a evitar esa pretensión egoísta de poner puertas al campo cada vez más extendida por toda nuestra geografía. Con la colaboración de ustedes y la actuación responsable y obligada de la administración seguro que lo conseguimos, ojalá que sea así y que este espacio natural revierta a la propiedad pública y el proceso de deslinde tenga buen fin, se imponga la ley y volvamos a disfrutar un patrimonio de siglos que tenemos el derecho de usar y el deber de preservar.



Entre palmares y lentiscares transcurría el tramo hoy perdido de la vereda de la Boyera, ojalá pronto se recupere para la Puebla

FUENTES:

FERNANDEZ CABEZÓN, E. Proyecto de clasificación de vías pecuarias de la Puebla de Cazalla. Memoria. Documento mecanografiado, 1.963
SÁNCHEZ CARREÑO, C. y J. RODRÍGUEZ MORENO. Mapa del término de La Puebla de Cazalla. 1.994

A continuación, para finalizar el artículo, os ofrecemos un álbum de fotografías de distintos parajes del recorrido de la vereda para que sigáis disfrutando de los paisajes que pueden divisarse desde la misma.


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Sep 17 2011

EN LA PUEBLA DE CAZALLA PRESUNTA OCUPACIÓN ILEGAL DE TERRENO PÚBLICO EN LA VEREDA DE LA BOYERA

Publicado por en ACTUALIDAD

Hace unos días uno de nuestros lectores nos hablaba, a través de un comentario en nuestro blog, de la pretensión presuntamente ilegal de cerrar un camino de nuestro término municipal. Puestos en comunicación con dicho lector le solicitamos, como solemos hacer en estos casos, que nos documentara con fotos, y si lo tenía a bien con un texto, el comentario que nos hacía, comprometíendonos nosotros a cambio a darle publicidad en nuestras páginas; esta persona aceptó el ofrecimiento y el resultado es el artículo, muy interesante por cierto, que hoy os ofrecemos.


Mapa del emplazamiento de la valla en la vereda de la Boyera

“El escenario de este acto de ocupación cuya posible ilegalidad tendrán que determinar las autoridades competentes, se encuentra en la zona de la Junta de los Ríos en un tramo de la verdeda de la Boyera coincidente con el camino conocido como de los Frailes. Este camino, ahora amenazado de cierre, es muy utilizado para pasear por aquella hermosa zona de nuestra sierra así como para llegar a la presa y algunas propiedades rurales. Fue acondicionado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para la construcción de la misma y recientemente, como puede verse en las fotos, distintas administraciones han realizado inversiones tanto en el camino como en el área recreativa al que éste da acceso.


Cartel informativo sobre la inversión institucional en el arreglo del camino de los Frailes

Con todo hay incluso algo que eventualmente puede ser más grave aún y no sé si el autor del desmán de la valla es consciente de ello, este camino de los Frailes en su comienzo es a la vez una vía pecuaria, ya se ha dicho, la vereda de la Boyera de 20,89 m de anchura legal. Estas veredas, como saben, constituyen un patrimonio cuyo dominio público nunca prescribe, es decir, pase el tiempo que pase, se utilicen o no, o se dé cualquiera otra circunstancia son propiedad pública y no se pueden enajenar, ocupar, construir o cerrar al paso. Pues tal como lo cuento, seguramente algún propietario de la zona ha tenido la ocurrencia de construir una cancela entre el cauce del río Corbones y su propiedad, cortando por tanto la vía de la que hablamos. Hasta el momento la cancela permanece abierta, pero es evidente que no ha sido construida sino para cerrarse e impedir así el paso a toda persona ajena a esa propiedad, lo que por otra parte deja al resto de los propietarios en manos de su buena voluntad futura.



Estado actual de la valla en la vereda de la Boyera y camino de los Frailes

No tengo conocimiento de que ninguna administración haya hecho algo hasta el momento (aunque con ello no quiero decir que no lo estén haciendo ahora). Por el contrario, quiero suponer que el Servicio para la Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) habrá levantado acta del particular como corresponde a este cuerpo tan celoso en el cumplimiento de la ley. Igualmente me consta que el Ayuntamiento está sobre el asunto, porque como cualquier obra o instalación ésta requiere licencia municipal y probablemente el propietario no la haya tramitado porque sencillamente es ilegal; en este sentido creo que el Ayuntamiento debería actuar con diligencia ordenando la demolición de la misma puesto que entiendo que de ninguna manera es legalizable.



Miembros del Club Ciclista la Escalada en un tramo muy deteriorado del camino de los Frailes en las proximidades de la presa

Como he podido constatar personalmente, otros que se han sentido indignados con el hecho han sido los amigos del Club Ciclista La Escalada y con ellos he estado hablando. Este club deportivo dedicado además de otras actividades, a la organización de recorridos en bicicleta de montaña por nuestro término y alrededores, considera este camino y la ruta que por aquí les lleva hasta el pantano y después al Pinalejo, como una de las más interesantes y atractivas dentro de las muchas que organizan. Cuenta con casi 200 socios que no se muestran dispuestos a tolerar que nadie le impida seguir utilizando este camino público, y harán lo necesario para poder seguir ejerciendo lo que entienden es su derecho: el libre paso por las vías pecuarias y otros espacios de uso y propiedad común. Me comunican que ya han estado hablado con responsables municipales, que están estudiando una posible denuncia ante el SEPRONA y, cómo no, piensan organizar actividades especiales para reivindicar el uso público de esta y otras vías pecuarias. Espero que tengan suerte”.


Portada de la interesante publicación hecha por el Club Ciclista La Escalada sobre rutas en nuestro término

En el material que nos ha enviado nuestro amigo y colaborador se incluía abundante documentación gráfica sobre el tramo de la vía de la Boyera que transcurre desde la Junta de los Ríos hasta el cortijo de las Bodeguillas o de San Pedro y que en la actualidad permanece sin deslindar. Gracias a su gentileza, con dicho material llevaremos a cabo, en próximas fechas, una nueva entrada en el blog dentro de la serie sobre las rutas de nuestro término.

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