Mar 03 2013
INDUSTRIA Y ARTESANÍA TRADICIONALES DE LA PUEBLA DE CAZALLA (III): LA PUEBLA EN EL ANUARIO “REGIONAL” DE ANDALUCIA DE 1.931 (y 2)
Vamos a continuar con la segunda parte del artículo y vamos a seguir contando a todos nuestros lectores quiénes son las personalidades más destacadas de nuestro pueblo, al menos de entre las que hemos podido encontrar información, que en el ramo de la industria, el comercio, la agricultura, la industria y los servicios aparecen el el Anuario. Para facilitaros el cómodo seguimiento de nuestros siguientes comentarios vamos a reproducir de nuevo aquí la página correspondiente del mencionado catálogo.
No podemos esperar del Anuario un catálogo exhaustivo de todos aquellos que practicaban o eran titulares de las ocupaciones que se presentan, pero la muestra de los que se mencionan puede considerarse relativamente representativa aunque hay que tener en cuenta que muy posiblemente la condición para figurar en el mismo fuera la de abonar cierta cantidad, al menos por parte de aquellos cuyos negocios salen resaltados. Como siempre para ampliar la imgen cliquead sobre ella.
Entre los agricultores aparece en primer lugar D. Diego Benjumea Taravillo, que era entonces el dueño de la finca El Fontanar, y pertenecía a otro rama diferenciada de los Benjumea anteriormente citados pues era primo hermano de D. Eugenio Benjumea Calderón. D. Diego, el mayor contribuyente de rústica de La Puebla de Cazalla, era titular desde 1.923 de la Cruz de la Orden de Isabel la Católica, y también intervino en política obteniendo representación municipal entre 1.930 y 1.931 en la derecha de entonces como correspondía a su posición social.
D. Diego fallecería en 1.944 y en la política, mucho antes de la fecha de publicación del Anuario, llegó a ostentar la presidencia de la Diputación Provincial de Sevilla por el Partido Conservador desde el año 1.921 a 1.922 en que renunció voluntariamente al cargo. Como curiosidad añadiremos que una hermana de D. Diego, Dª Carmen Benjumea Taravillo, casó en 1.900 con D. Fernando Barón y Martínez Cea Bermúdez y Agulló, tercer conde de Colombí y alcalde de Sevilla entre 1.904 y 1.906, al igual que su cuñado por el Partido Conservador. Pues bien, se observará que en algunos anuncios de la publicación, aparece una de las calles de La Puebla denominada como calle Conde de Colombí, correspondiendo en el actual nomenclátor con la calle Mesones y usándose indistintamente, por aquel entonces, ambos nombres para designarla aunque poco después volvería a cambiarlo y pasaría a llamarse Jaime Vera.
Fotografía de la puerta del señorío de la hacienda El Fontanar. Está fechada a mediados de los años 90 y procede del libro: REINA ROMERO, J. (Coord.): Los cortijos de la Puebla de Cazalla. Ed. Ayuntamiento, Sevilla 1.998, pág. 39. Para ampliar la imagen cliquead sobre ella.
La curiosidad a la que nos referíamos antes es doble, por un lado la relativa a la circunstancia que explica que este aristócrata tuviese una calle en nuestro vecindario, ya sabemos que su vínculo con nuestra localidad le vino por su matrimonio con una Benjumea, pero por otro, y tal vez ésta sea de mayor interés, es que siendo alcalde de Sevilla, probablemente tuvo la oportunidad de conocer y tratar al arquitecto D. Aníbal González y como consecuencia de este trato conseguir su concurso para trabajar en la remodelación de la hacienda del Fontanar, propiedad de su cuñado. Así al menos lo recoge en su web el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico: “Años después, hacia 1.923, se acometería otra actuación de importancia bajo el signo del regionalismo: el conde de Colombí, prócer de la época que mantenía inmejorables relaciones con el arquitecto Aníbal González, le encargó un plan de reformas que afectó principalmente a la vivienda del propietario”.
La noticia la habíamos ya recepcionado procedente de una fuente oral que nos proporcionara D. Antonio Contreras Román, el conocido comerciante de tejidos que tuvo tienda en la calle Sol y últimamente en la calle Morón, Antoñito Contreras, éste a su vez la había oído de su padre D. Juan Contreras Pizarro, maestro albañil y por cierto miembro de la directiva de la Casa de la República de nuestra localidad, que trabajó en las obras a las que antes nos hemos referido dirigidas por el afamado arquitecto en la finca propiedad de D. Diego Benjumea y que recordaría toda su vida con admiración el comedor de la casa.
En otro orden de cosas, la entidad bancaria que figura en la publicación analizada es Banesto, probablemente porque sería la única que tenía abierta una oficina por entonces, que pudo estar localizada en la esquina de la calle Marchena con la calle Mesones y antes de eso en la calle Pizarra, luego pasaría a la calle Marchena frente a la esquina del Central, a continuación en la misma calle en el local que ocupara el Casino Independiente y posteriormente el Banco Coca, unas casas al lado del actual estanco de Barrera, asentándose finalmente en su emplazamiento actual en la calle Morón esquina con calle Victoria.
La barbería que se anuncia es la de Manuel Vargas López, padre del titular de la popular barbería de Vargas en la calle Sevilla, ya hace unos años cerrada por jubilación.
Bajo el epígrafe de Cafés y Casinos, una mención un poco más detenida merece por su significación la persona de D. Fernando Andrade Serrano, más conocido por el apodo de Ratibó, procedente quizás de Ratibeau o alguna otra variante, que al parecer, aunque no hemos podido constatarlo, era cierto personaje aristocrático de un folletín muy leído en la época. Ratibó fua alcalde de La Puebla por el Partido Radical de Lerroux en el periodo que va desde el 13/4/1.934 al 8/1/1.936 y según la tradición oral su Casino Antiguo pudo estar ubicado en el espacio que hoy ocupa el bar Central, donde por testimonios gráficos sí sabemos de seguro que estuvo la mencionada Casa de la República que a la sazón reunía a los simpatizantes moriscos de D. Alejandro.
D. Fernando como buen republicano de la época por un tiempo mantuvo relaciones, pero no consagradas, con una persona, bastante más joven que él, conocida luego por el nombre de Dolores la de Ratibó, con la que no tuvo hijos, y que durante mucho tiempo compaginó la actividad de poner inyecciones con la de trabajar como cocinera en La Coronela. Dolores vivió primero en la calle Santa Ana, en el espacio de la misma que va desde la calle Morón a la avda José Mª Moreno Galván, y luego en la calle Granada habiendo fallecido hace unos cuantos años.
La fotografía corresponde a los primeros años 30 y tal vez al periodo comprendido entre los años en que ejerció la alcaldía Ratibó. Por el entoldado del techo, el emplazamiento de la misma podría corresponderse con el de una caseta de feria. D. Fernando Andrade es el primero por la izquierda. También aparece retratado D. Gregorio Valero Cano, padre de D. Martín Valero Núñez, el fundador de la Tienda Amarilla del que ya hemos hablado en este blog en el artículo correspondiente al 10/9/2.012. Es, de las dos figuras que están situadas al fondo, la de la izquierda.
También están incluidos en la relación de dueños de cafés D. Miguel Navarrete Jiménez, cuñado del panadero D. Francisco Marín Gallardo y hermano de quien estuvo a cargo del Casino Artesano primero y luego del Círculo Mercantil hasta la desaparición de éste, al que también conocíamos en La Puebla como casino de Pantaleón por su nombre de pila, y uno de los mejores, si no el mejor, repostero que ha dado nuestra localidad con su cocina de la sencillez exquisita. D. Antonio Triguero Luque, es el fundador del conocidísimo bar del Pollo, que tuvo su sede desde 1.929 en la esquina a la que dio nombre entre las actuales calles de La Luna y avenida José Mª Moreno Galván, lugar también conocido como los Cuatro Vientos.
El zapatero Manuel Vargas López era apodado Penita y según reza en el Anuario tuvo en ese momento la zapatería en la calle Marchena aunque posteriormente se trasladó a la de la Cruz. Su hijo Guillermo llegó a ser en los años 60 obispo evangélico de Ibiza.
Ya en el gremio de los carpinteros podemos destacar a D. José Chía Muñoz, concejal entre 1.910 y 1.913 y a D. Francisco Moreno Galván, que hasta los años 60 tuvo la carpintería en la calle Nueva y se especializó en la fabricación de ataúdes. Reza así mismo como tal D. José Hormigo Asencio que fue el padre de D. Diego Hormigo Gómez, de la misma profesión, fugazmente concejal en 1.936 y alcalde pero ya en la época franquista.
Como cosario el Anuario incluye la persona de D. Miguel Vargas Terrón que era el suegro de D. Jaime Herrera, ya citado en este artículo y suegro a su vez de D. Emilio Pozo Jiménez durante muchos años alcalde socialista de La Puebla ya en la época reciente. Este hombre conocería luego en los años 40 la prosperidad de los negocios aceiteros pues tuvo fábrica del producto en la avenida Antonio Fuentes.
Reconocemos así mismo al fondista D. Amador de la Concha Viesca, padre de D. José Mª de la Concha durante años secretario técnico del Betis y de quien hoy la peña bética local lleva el nombre.
El ferretero D. José Mª Núñez Galván desempeñó cargos de concejal y teniente de alcalde entre 1.920 y 1.923 y con posterioridad formaría parte de la gestora municipal que sería nombrada por el comandante Álvarez de Rementería, jefe de las tropas nacionales que tomaron La Puebla, y el jefe local de Falange Española D. Ángel Fuentes Fuertes el 31 de julio de 1.936. Éste último era hijo del torero D. Antonio Fuentes y se dice que aspirante también a torero aunque sin alcanzar a serlo por falta de cualidades (por haberlo enseñado el padre a comer con teneó, como le dijo Rafael el Guerra según la anécdota que se cuenta recogida en la entrada de este blog correspondiente al 29/1/2.011).
Lo que sí consiguió fue que la peña taurina local de la época que estaba en la calle Conde de Colombí (Mesones) llevara su nombre como se ve en la siguiente página de la publicación, y desde luego que haya quedado en la historia como uno de los responsables de la etapa más dura de la labor represiva llevada a cabo en La Puebla por su grupo político con posterioridad al Alzamiento. Siguió encabezando dicho grupo hasta que dimitió de su puesto en marzo de 1.937 para incorporarse al ejército nacionalista donde con el tiempo alcanzaría la graduación de teniente coronel.
Entre el grupo de ferreteros hallamos a D. Pedro Sánchez Sánchez que igualmente había ocupado cargos de representación política y que posteriormente se dedicaría sobre todo a la venta de tejidos y la mercería. Tanto él como su hermano Joaquín, que compaginó hasta el final el negocio de ferretería con el de genéro textil, tuvieron sendas tiendas que durante décadas fueron en su categoría de lo más granado del comercio local, y que en el caso del segundo de los hermanos todavía perdura, como una reliquia venerable, dirigida por un hijo de su mismo nombre en la esquina entre la calle Marchena y la calle de la Cruz aunque ya solo dedicada a la venta de ropa.
D. Pedro Sánchez Sánchez, en su tienda de tejidos en una fotografía con fecha sin determinar pero que bien podría ser la correspondiente a la de la publicación del Anuario, al menos aproximadamente, a juzgar por la edad aparente de D. Pedro.
En el capítulo de las droguerías el Anuario menciona a D. Andrés Raya Hinojosa, que tuvo un establecimiento de este tipo de género en la calle de la Cruz. Gran aficionado a la pesca en el río Corbones al que marchaba en bicicleta tan contento; el bueno de D. Andrés fue también vicepresidente del Casino de Artesanos y era conocido con el apodo de Lamparilla y chorreones por el lamentable estado que lucía su mandilón, expuesto permanentemente en el trajín diario con las mercancías de su negocio. Era pariente de una de las artistas más populares de la época, Estrellita Castro.
Como maestro de obras, y detentador de negocios de materiales de construcción, comestibles, etc., tenemos a D. Eduardo Orellana que poseyó así mismo la que seguramente fue la primera gasolinera de nuestro pueblo que en aquellos entonces estuvo ubicada entre la Peña Sevillista y la esquina del Pollo, en las inmediaciones de la parada de autobuses situada aproximadamente enfrente de lo que desde 1.957 es el Bar Benítez. Con posterioridad también sería de su propiedad tanto la pensión llamada la Fondita como la gasolinera que hay junto al hostal en la zona que hasta 1.992 en que se construyó la autovía fue la salida a la carretera para Sevilla.
Una mención algo más detenida es la que sin duda se merece D. Francisco Bohórquez Herdara cuya memoria ha perdurado entre los moriscos gracias a que el paseo lleva su nombre. En el Anuario aparece ocupando la presidencia del Casino Independiente pero había sido alcalde de La Puebla durante seis años, entre 1.924 y 1.930, coincidiendo prácticamente con la duración de la dictadura del general Primo de Rivera.
D. Francisco Bohórquez pertenecía a una de las grandes familias de propietarios de La Puebla de Cazalla del tipo de la de los Benjumea, Calderón, Moreno de los Ríos o Moreno de Guerra. La cercanía ideológica, además de su condición de militar, pues fue teniente coronel del cuerpo de Artillería, fue lo que tal vez lo acercó políticamente a Primo y lo llevó a formar parte del movimiento político de la Unión Patriótica que apoyó al general mientras se mantuvo al frente de los destinos de España. Quizás el mismo motivo que tuviera otro ilustre paisano, y así mismo militar con la misma graduación, D. Luis Benjumea Calderón, quien sería como secretario de la misma, el número dos de la mencionada agrupación política y Director General de Acción Social y Emigración en el gobierno de la nación, puesto desde el que tuvo la oportunidad de poner en marcha algunos programas propios de lo que era una incipiente ideología social cristiana que, sin embargo, nunca dejó de tener un peso relativamente débil en la derecha de la época. Le fue así mismo otorgada por el gobierno de España la Cruz del Mérito Agrícola.
Muy distinta ha sido sin embargo, la suerte que han corrido las memorias de ambos entre sus convecinos moriscos contemporáneos pues mientras D. Francisco Bohórquez Herdara, quien por cierto murió en Sevilla el 17 de abril de 1.936, al menos es conocido por el nombre y de él se tiene la idea de que fue un buen alcalde, la figura de D. Luis Benjumea Calderón, fallecido en 1.929 en Madrid a los 52 años de su edad, sin lugar a dudas mucho más relevante desde el punto de vista de la importante proyección política nacional que logró alcanzar, es hoy prácticamente desconocida por el común. Llegó a tener una calle dedicada, concretamente la que ahora se rotula como calle de Los Leones, pero hasta eso perdió en los años 80 y su nombre ha quedado enterrado en el más injusto olvido.
Fotografías respectivas de D. Francisco Bohórquez Herdara (izda) y D. Luis Benjumea Calderón. La primera de ellas procede de Puebla de Cazalla en Fiestas. Revista Oficial Ilustrada. Ed. Editorial Artística Sevillana. Sevilla 1.931, pág. 4. La segunda ha sido obtenida en la pág. web del Real Círculo de Labradores de Sevilla, del que nuestro paisano fue presidente entre 1.923 y 1.924 y cuya dirección es la siguiente: http://www.realcirculodelabradores.com
Llama la atención, como curiosidad, que en aquellos entonces el relativamente en pañales suministro eléctrico de nuestro pueblo estaba encomendado a compañías locales cuya producción, por lo menos en una de las dos, se llevaba a cabo aprovechando la fuerza de las aguas de nuestro río, tal era el caso de la llamada Hidroeléctrica del Corbones San José S.A. lo que nos permite hacernos una idea de la precariedad que podía tener el servicio a pesar de que en aquella época el caudal del río, no sometido a la explotación intensiva de hoy en día, debía ser algo más estable aunque no libre de una disminución drástica durante el estiaje; claro que la mayoría de las casas que disponían de fluido eléctrico a lo más que llegaban era a poseer en la habitación principal una sola bombilla, de una potencia muy baja, alumbrándose el resto de dependencias por otros medios más tradicionales.
Dentro de este apartado curioso habría que reseñar la presencia en las páginas que estudiamos de una fábrica de gaseosas, Jiménez y Compañía, sobre cuyo propietario, o propietarios como sugiere el nombre, nos ha resultado imposible acopiar ninguna información adicional salvo la de que sus tiltulares eran el mayor contribuyente industrial en el municipio allá por 1.934. También deberíamos destacar en este repaso una figura que en la época debía suplir la escasa bancarización de la actividad comercial, nos referimos a la profesión denominada cobradores de giros, entre los que figura, entre alguno ya citado aquí, D. José Coto Romero, primer alcalde franquista de La Puebla que igualmente trabajaba como empleado de la compañía eléctrica.
El repaso detenido del Anuario nos indica la existencia en nuestra localidad de un incipiente sector industrial, derivado como es lógico de la transformación de la producción agropecuaria. Tenemos hasta 14 fábricas de aceite de oliva de las que ya hemos hablado, también de jabones, de aceite de orujo, de jamones, de vino, vinagre y licores, estas últimas propiedad de D. Antonio Fuentes el torero y ubicadas en lo que todavía hoy se conoce como la bodega de Fuentes, y también de harinas.
En esta última categoría quisiéramos detenernos un poco más pues en La Puebla ha habido tradicionalmente unos cuantos molinos harineros para aprovechar la fuerza motriz de las aguas del río, por ejemplo el Molino del Pan, el Molino de San Isidro o el de La Caridad un poco más alejado y en término de Marchena. En 1.931 los datos que ofrece el Anuario respecto a las fábricas de harina son la de Jiménez y Cía y Ramón Moreno de los Ríos, cuyo declive económico estaba próximo a suceder pues en 1.933 ya se produciría la quiebra de la empresa de su propiedad que suministraba el agua potable al municipio, sustituyéndose por la de Dª Carmen de Peñalver, viuda de Gutiérrez; pero las distingue de los molinos propiamente dichos de los que el Anuario cita a dos propietarios, en concreto los hermanos Gordillo y D. Manuel Puerto Vega.
Última de las páginas que el Anuario dedica a nuestra población. Para ampliar la imagen cliquead sobre la misma.
D. José María Núñez Galván, del que ya hemos hablado un poco más arriba, aparece de nuevo pero como fabricante o vendedor de pólvora, lo que el Anuario no especifica, ocupó el cargo de teniente de alcalde en la gestora municipal franquista y el de tesorero de la organización local de Falange Española en 1.937.
Numerosa aparece la nómina correspondiente al gremio de taberneros, entre los mismos reconocemos a algunos, es el caso de D. Juan Pizarro Bocio, que fue guardia municipal a partir de 1.934 y es presentado también como zapatero, o los hermanos Bermudo Martagón, Juan y Luis, de la familia que luego regentó durante varias décadas el bar de Bernardo frente a la plaza de Abastos. O el de D. Pedro Moreno Martínez, que alternaba esta profesión con la dedicación ocasional de matarife en las matanzas particulares y al que apodaban Periquillo porque era pequeño de envergadura. De un especial dramatismo es el suceso que aconteció a otro tabernero D. José Portillo Sánchez, asesinado en 1.936 después de la toma de La Puebla por los nacionales dejando viuda y cinco huérfanos.
La relación sigue, así, podríamos citar el caso de D. José María Romero Arcenegui que en 1.936 era conserje en la sede de Acción Popular, el partido mayoritario de la derecha, sita en la calle Victoria. También se encuentra en la misma D. Juan Limones Andrade que fue uno de los presos de la derecha que estuvo confinado en la cárcel municipal como consecuencia del golpe del 18 de julio aunque saldría liberado de la misma pocos días después sin más consecuencias, posteriormente sería empleado municipal. Como de dramático y de auténtica fatalidad puede catalogarse lo sucedido al tabernero D. Luis Andrade Martagón, cuya esposa Dª Dolores Bermudo Cabello, de 39 años de edad y con 9 hijos, murió estando en su casa de la calle Morón como consecuencia de una de las balas perdidas disparadas por el ejército cuando éste hizo su entrada en nuestra localidad para tomarla para el bando nacional.
En el gremio de los comerciantes de tejidos, entre otros que ya han sido aquí mencionados, se incluyen los nombres de D. Anselmo Barrero Barrero regentador de la tienda Los Caminos en la calle Victoria 23 (en aquel 1.931 denominada Pablo Iglesias) y que mantuvo sus puertas abiertas hasta 1.962 en que se vendió a Olmedo, era según su propia publicidad “la casa que no fía pero ahorra dinero al público”. En la misma calle, y el nº 27, estaba el comercio de D. José Gallardo Abolafio que además trabajaba también el ramo del calzado y el de los muebles y admitía la venta de sus productos a plazos.
Aperecen en el apartado Veterinarios D. Rafael Raya Cárdenas, que sería alcalde de La Puebla durante los primeros años del franquismo y D. Fernando Valera Martín, padre de D. Antonio Valera propietario que fue, entre otras, de la finca que en la actualidad gestionan sus herederos y situada junto al Corbones en la salida de La Puebla de Cazalla hacia Osuna.
De los zapateros que incluye el Anuario también hay alguna cosa que contar, por ejemplo de D. Juan Jiménez Trillo que había sido miembro de las directivas de la Casa de la República y el Casino de Artesanos y encerrado en la cárcel municipal como derechista después del 18 de julio de 1.936. O de D. Manuel Vargas López que declaró en favor de un empleado suyo, D. Rafael Contreras, cuando lo acusaron los nacionales de diversos delitos políticos.
Hay una sección que registra un solo miembro, la de corredores de comercio y en ella se enmarca la persona de D. Gabriel Gallardo Alemán, más conocido entre sus convencinos como Gabriel Camila por el nombre de pila de su madre y al que el título de personaje cuadra a la perfección. D. Gabriel fue amigo de codearse con artistas como Lola Flores o Manolo Caracol, toreros como Manolo González y personalidades de todo tipo incluidos militares como el general Díaz de Lecea Jefe de la Región Aérea del Estrecho y posteriormente ministro del Aire a finales de loa años 50.
Aunque en el Anuario aparezca solo como corredor, su expansiva personalidad no podía encerrarse en una sola ocupación y fue además empresario de cines y grandes espectáculos que traía a La Puebla para el disfrute de su convencinos, así como industrial fabricante de harinas con constancia documental de ello al menos desde 1.936. Sostiene la tradición oral que la fábrica de harina de Gabriel Camila que estuvo situada en la avenida José María Moreno Galván esquina con calle Niña de la Puebla y cuya edificación respeta, aún hoy en que el edificio son viviendas, la forma que tenía la fábrica, afirma dicha tradición decíamos, que antes fue propiedad de D. Antonio Fuentes el torero aunque en ningún momento ni en el Anuario ni en otras fuentes consultadas aparezca D. Antonio como industrial harinero.
D. Gabriel Gallardo que tanto gustaba de vivir a lo grande y de parar cuando iba a Sevilla en el Sport de la calle Tetuán, vivió hasta finales de los años 50 y falleció cuando habitaba el chalet que había sido de Fuentes en el mismo local que ocupa hoy el Hogar del Pensionista. La fábrica fue luego gestionada por D. Rafael Cano pero ya solo perduraría dos o tres años más hasta su cierre que se produjo en el paso de la década de los cincuenta a la siguiente.
La fotografía está tomada desde la terraza del antiguo bar La Alegría, que estaba situado en la esquina de la calle del mismo nombre donde estuvo unos años Cajasur y ahora tiene el Fray un negocio de venta de muebles. Está tomada en una fecha no posterior a mediados de la década de los 50 y como fondo aparece la fábrica de harina de Gabriel Camila. Obsérvese que las verja de hierro de la puerta de acceso es la misma que existe en la actualidad. Procedencia: archivo Curro Marín.
Y hasta aquí este segundo trabajo que completa el primero sobre las páginas que el citado Anuario Regional dedica a La Puebla de Cazalla. Ojalá hayáis disfrutado tanto de su lectura como nosotros lo hemos hecho con la indagación que hemos querido compartir con todos vosotros.
FUENTES:
BRAOJOS, A. ET AL. Sevilla en el siglo XX. Tomo II. Ed. Universidad de Sevilla. Sevilla 1.990
DIARIO ABC. Hemeroteca Digital. http://www.hemeroteca.abc.es/
DIARIO EL SOL. Nº 3.670 de 7 de mayo de 1.929. Madrid, pág. 2
GARCÍA MÁRQUEZ, J. Mª. La represión militar en La Puebla de Cazalla (1.936 – 1.943). Ed. CEA. Sevilla 2.007
GUTIÉRREZ NÚÑEZ, F. y J. CABELLO NÚÑEZ. Grupos políticos y sociedades recreativas en La Puebla de Cazalla durante la II República (1.931-1.936). http://www.slideshare.net/fjgn1972/pd-c-ii-repblica.
INSTITUTO ANDALUZ DEL PATRIMONIO HISTÓRICO. Patrimonio Inmueble de Andalucía. http://www.iaph.es/patrimonio-inmueble-andalucia/resumen.do?id=i17393
SIN AUTOR. Anuario “Regional” Descriptivo-Informativo y Seleccionado de la Industria-Comercio, Agricultura-Profesiones, Arte y Turismo de Andalucía. Sevilla. Ed. Anuarios Regionales de España. Madrid 1.931
SIN AUTOR. Puebla de Cazalla en Fiestas. Revista oficial ilustrada. Ed. Editorial Artística Sevillana. Sevilla 1.931
TORRES MONTESINOS, A. Historias, hechos, personajes y pregones de La Puebla de Cazalla. http://usuarios.multimania.es/antonitotorres/indice%20lapuebla.htm
TUSSELL, J. ET AL. (Ed.) Las derechas en la España contemporánea. Ed. Anthropos y UNED. Madrid 1.997.
N.B.- El personaje de la miniatura de la portada es D. Luis Benjumea Calderón.