Sep
18
2009
La revista comarcal Atalaya se ha hecho eco de la actividad de uno de nuestros buenos artistas locales que debiera ser más conocido, incluso entre nosotros. Y es que Juan Cabello se prodiga poco para las dotes que tiene y para lo que además puede ofrecer. Es un buen conocedor de la pintura y una persona con gran sensibilidad estética. Por otra parte, como su padre, conoce y ama lo andaluz: las lomas bordadas de olivares, los verdes agrestes de la sierra y los reflejos de la luz y el rumor de la mar que viene de la costa. Es sensible a los ecos de nuestros mejores poetas. Y al flamenco, uno de nuestros más significativos referentes culturales y una fuerte seña de identidad de los moriscos. En su pintura flamenca aparece un mundo casi lorquiano, con referentes eróticos que se acentúan con la atmósfera que aporta lo jondo: la sensualidad del baile, el grito oscuro y roto del cante y el vuelo luminoso y femenino de la guitarra. Queremos ver más de esos espacios. Y como dicen por ahí, que nos entregue su don, que nos entregue su mirada, es decir, sus pinturas.
En el mismo número apartado de BIOGRAFÍA dedicado a nuestro paisano José Mª Moreno Galván.
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