Nov 02 2012
APUNTES HISTÓRICOS SOBRE LA PUEBLA DE CAZALLA (VII): D. TOMÁS DE ANORIA HINOJOSA, UN HEROICO PATRIOTA MORISCO EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA (I)
El nacionalismo español y uno de los núcleos identitarios más potentes de lo que conocemos con el nombre de nación española, tienen como una de las más significativas fuentes de su origen moderno, sin duda alguna, la Guerra de la Independencia (1.808-18.14) que tuvo lugar en nuestro suelo después de la invasión de éste por el ejército imperial francés. Fue un periodo pródigo en gestas épico heroicas que serían recogidas en numerosas leyendas populares que se transmitirían posteriormente de generación en generación.
Dos rasgos estrechamente ligados entre sí caracterizan aquel enfrentamiento bélico, en primer lugar que fue durante el mismo en el que se acuñó el término guerra de guerrillas para significar el combate en el que una partida de paisanos, no muy numerosa, mandada por un particular y sin dependencia directa de un ejército convencional, acosa y hostiga al enemigo. El otro, relacionado como hemos afirmado con el anterior, es que dicho enfrentamiento, desde la perspectiva del bando español, constituye uno de los antecedentes más notables de lo que modernamente se ha venido llamando guerra popular para designar la implicación global de una población en la lucha contra un ejército enemigo ocupante.
En efecto, una vez que la chispa saltó en Madrid, a medida que la noticia de esos acontecimientos se va propagando por toda España, la psicosis se apodera del país, el pueblo espontáneamente se apresta por doquier a hacer frente al francés y se empieza a organizar en muchos lugares la resistencia a la invasión por parte de personas particulares de toda índole que poca o ninguna relación tenían con la milicia, como muestra y ejemplo de ello lo que nos cuenta D. Juan José García López en su Crónicas para una historia de Morón referido al año de 1.808: “El 9 de junio hubo en nuestra villa una alarma general por haber circulado la noticia de que los franceses estaban en Puebla de Cazalla: <<Tocaron a rebato las campanas, agrupándose todos los hombres, sin distinción de edades ni condición social, y armándose de cuanto encontraban: escopetas, pistolas, espadas, hoces, escardillos… Los frailes y clérigos montaban a caballo con los hábitos remangados hasta la cintura, arengando a la gente y llevando un crucifijo en una mano y un arma en la otra.
Vino gente de El Coronil, Montellano y Puerto Serrano, y formando entre todos un pintoresco batallón, marcharon en dirección a La Puebla, en busca del enemigo. Afortunadamente para ellos, tal enemigo no fue más que una falsa alarma>>” (pág. 188).
La revuelta popular contra la ocupación del ejército francés, que había entrado en España como aliado para invadir Portugal, comenzó en Madrid con los sucesos del 2 de mayo de 1.808. En la imagen cuadro de Goya titulado La carga de los mamelucos, que recoge el momento en que este cuerpo de caballería de Napoleón acomete a la población madrileña que se había amotinado.
La Guerra de la Independencia fue un fenómeno muy complejo pues tiene matices también de guerra civil, que se desarrolló en un periodo relativamente largo y que pasó por multitud de vicisitudes afectando de forma desigual a los distintos territorios de la Península. En concreto nuestra comarca fue objeto de numerosos episodios bélicos, eso sí menores, pero siendo un territorio con gran importancia estratégica pues en el mismo confluyen los caminos entre Granada, Ronda, Málaga, Córdoba, Sevilla y Cádiz, registró por ello numerosos movimientos de tropas de uno y otro bando.
Pues así fue, el posicionamiento militar en nuestros pueblos del ejército napoleónico tuvo bastante amplitud, en este sentido por ejemplo, García López en su referida obra informa que en febrero de 1.810 comienza la ocupación del vecino pueblo de Morón que además sufre saqueos y diversas imposiciones fiscales por parte de las tropas francesas, y viene a finalizar definitivamente en septiembre de 1.812 con la voladura parcial de su castillo antes de su retirada (págs. 188-190).
Según escribe D. Francisco Luis Díaz Torrejón en su Osuna napoleónica (1.810 – 1.812) unos días antes que en Morón, concretamente el 28 de enero, se había producido la ocupación de Osuna por las tropas del general francés Víctor que previamente habían ocupado también Écija de dónde procedían, aunque hay noticias, quién sabe si relacionadas con la movilización que antes os citamos de los vecinos de Morón y otros pueblos, de que las tropas imperiales habían llegado por primera vez a la villa ducal bastante antes, casi dos años: “Pero con anterioridad a la fecha señalada habían estado los franceses en Osuna, pues así aparece de una carta del vicario Aguilar con fecha 7 de agosto de 1.808”. (Véase de Felipe Cortines Murube: De la Independencia. Los franceses en Lebrija y otros escritos, pág 56).
Vista del castillo de Morón de la Fra que los franceses minaron y destruyeron en parte antes de su retirada. Tal vez el castillo de La Puebla, si en la fecha no estaba ya completamente arruinado, sufriera una parecida operación de demolición aunque no nos consta fehacientemente.
Igualmente se produjeron ocupaciones, escaramuzas y muchos saqueos en otros pueblos de los alrededores como Marchena, Fuentes de Andalucía, Paradas, Montellano o Arahal, pero por no hacer esta lista demasiado prolija refiramos por último que como nos cita D. José Cabello Núñez en su Los edificios religiosos de La Puebla de Cazalla y su término en el siglo XIX, los franceses también ocuparon nuestra localidad : “Por el contrario, la antigua iglesia parroquial quedaría prácticamente destruida al resultar gravemente dañados todos sus muros, pues <<…los franceses la ocuparon, y de ella hicieron un fuerte, de modo que a su retirada, los muros estaban calados de troneras>>” (pág. 14).
Y fue en este contexto, más o menos generalizado en la Península, de levantamiento popular contra el ejército francés, de movimientos de tropas españolas y francesas y de hechos de armas convencionales y no convencionales, en donde se sitúa la aparición y hazañas, verdaderamente notables, protagonizadas por el personaje que hoy presentamos para todos los lectores del Blog Morisco, el ya mencionado, y lamentablemente olvidado, vecino de La Puebla de Cazalla D. Tomás de Anoria Hinojosa.
Esperamos que estas sucintas notas puedan dar a nuestros amigos lectores una idea de cuál era la situación militar en La Puebla y sus alrededores y la dificultad, sacrificio y heroismo que tuvo forzosamente que requerir el importante papel que jugó nuestro vecino D. Tomás en la contienda así como, por tanto, nos proporcionen igualmente segura prueba de los méritos a que su valerosa conducta en ella lo hicieran acreedor indiscutible.
Tal vez consciente de lo extraordinario de las peripecias vividas, nuestro paisano Anoria, antes incluso de que acabara la guerra pero cuando ya se habían retirado los ejércitos franceses de esta zona y terminado su misión, escribiría hacia 1.813 una obrita que dio a la imprenta en Cádiz y que se llamó Autobiografía de un patriota, que hoy resulta inencontrable pero que fue dada a conocer la primera vez por D. Felipe Cortines Murube allá por 1.909 en un trabajo incluido en el nº 171 de la revista Por esos mundos, y con un ligero añadido final en 1.956 por Archivo Hispalense que es la fuente principal de la que hemos extraído la información (Ved en las fuentes de D. Jacobo Cortines Unos episodios regionales).
De la noble y serrana villa de Olvera era originario nuestro heroico paisano D. Tomás, aunque toda su vida adulta se desarrolló en La Puebla y morisca sería su descendencia. Para ampliar la imagen cliquead sobre ella.
Según nos cuenta Cortines Murube en su citada revisión de la Autobiografía de 1.956 en Archivo Hispalense, D. Tomás de Anoria en el momento de la invasión de los franceses, era oficial mayor de la escribanía del ayuntamiento de La Puebla de Cazalla que por otras informaciones que serán objeto de un próximo artículo en el Blog Morisco, sabemos que ardía de patriotismo en aquellos difíciles días. En esa posición, solicitó a la Junta de Gobierno local alistarse como voluntario con el grado de teniente, petición que se le denegaría por ser casado y con hijos aunque teniendo en cuenta su celo se le encomendaron otras misiones, la primera de las cuales se le señalaría de inmediato pues consistió en que habiéndose recibido el día 4 de junio en La Puebla aviso de Osuna sobre que se acercaba el ejército francés haciendo estragos en los pueblos, llevara por posta aviso a la Junta de Olvera para que se aprestase a contener al enemigo con las demás villas cercanas. (Págs. 175 – 176).
Después de este episodio, nos sigue narrando el propio protagonista de los hechos cómo se va de La Puebla y los distintos empleos que va teniendo primero en la Isla de León, en su Olvera natal o en la serranía de Ronda, sirviendo en todos ellos de forma intachable a la causa nacional y jugándose la vida muchas veces, como cuando en combinación con las autoridades patrióticas se infiltra en la administración bonapartista y desde ese puesto tiene la posibilidad de transmitir valiosas informaciones a éstas, participa directamente en escaramuzas militares o en la elaboración de proclamas llamando a la población a la lucha contra los franceses.
Pero al fin, antes de ser descubierto en su labor de espionaje, tiene que trasponer pero entonces, lejos de cejar en su labor, se pone al servicio del brigadier D. Pedro Cortés que comandaba a la sazón las fuerzas militares españolas en la sierra gaditana, quien le encomendaría diversas misones de importancia, lo mismo que después haría D. José Serrano Valdenebro comandante general de las tropas y patriotas de la Sierra Meridional. Fueron años de una actividad intensa por parte de nuestro paisano que ya en 1.812 nos cuenta que de nuevo efectúa labores de espionaje para el ejército español en la zona, cuyo comandante en jefe el general Ballesteros, le encarga que marche a Osuna a observar las fuerzas de retaguardia que cubren el ejercito del mariscal Soult y que le envíe partes de la misma, misión que cubre impecablemente con un gran desprecio del riesgo personal por los peligros que entrañaba una mision de esa naturaleza. (Págs. 177 – 178).
Por la importancia del papel realizado y por los peligros y riesgos que arrostró en sus diversas misiones, puede ser dicho con toda propiedad que nuestro paisano D. Tomás de Anoria Hinojosa fue un auténtico héroe de la Guerra de la Independencia.
Así, con estas palabras llenas de humildad, nos refiere por último Murube cómo finaliza nuestro ilustre paisano su breve Autobiografía: “Los peligros, gastos trabajos y miserias que me han ofrecido estas distinguidas comisiones en medio de los enemigos, ladrones, afrancesados, francos y soplones, que todo es una misma cosa, los dejo a la justa consideración del lector, a quien suplico encarecidamente me disimule cualquiera falta de ortografía y laconismo por lo sencillo de mis expresiones y material de este escrito.- Puebla de Cazalla, 29 de diciembre de 1.813”. (Pág. 180).
Hasta aquí la noticia de este extraordinario y desconocido personaje morisco, para un próximo trabajo dejamos el dar cuenta de otras noticias sobre el mismo así como de diversas vicisitudes de sus descendientes; hasta entonces amigos lectores.
FUENTES:
CABELLO NÚÑEZ, J. Los edificios religiosos de La Puebla de Cazalla y su término en el siglo XIX. Cuadernillos de Historia Local nº 4. Ed. Ayto de La Puebla de Cazalla, Sevilla 1.997.
CORTINES, J. Unos episodios regionales. Págs 213-244, Boletín de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras. Ed. Univ. de Sevilla, Sevilla 2.009.
CORTINES MURUBE, F. De la Independencia. Los franceses en Lebrija y otros escritos. Ed. Hdad de los Santos. Sevilla 2.008. Autobiografía de un patriota. (Págs. 175 – 180) Rev. Archivo Hispalense, tomo 24, nº 176, Ed. Dip. Provincial, Sevilla 1.956.
DÍAZ TORREJÓN, F. L. Osuna napoleónica (1.810- 1.812). Ed. Fundación Genesian, Sevilla 2.001.
GARCÍA LÓPEZ, J.J. Crónicas para una historia de Morón. Ed. Ayto de Morón, Sevilla 1.982.
HOCQUELLET, R. Resistencia y revolución durante la Guerra de la Independencia. Del levantamiento patriótico a la soberanía nacional. Ed. Prensas Universitarias de Zaragoza, Zaragoza 2.008.
Hola, quiero dar la enhorabuena al autor de este artículo por su manera de contar las cosas de una forma tan amena y tan rigurosa con la historia al mismo tiempo.
Soy maestro jubilado, estuve trabajando en Prado del Rey y conozco el libro de Hernández Parrales, pero no sabía nada más sobre este sacerdote, ahora ya conozco todo lo necesario.
Soy de Algodonales, pueblo vecino de Olvera y me interesa mucho la biografía de don Tomás de Anoria.
Lástima que el enlace que ponen al final de artículo 2º no funcione, me gustaría poder leer el trabajo de Cortines Murube en Archivo Hispalense, ¿me lo pueden ustedes mandar por email?
Gracias y enhorabuena es un blog magnífico el que ustedes hacen día a día, envidia de otros pueblos.
JLuis