LA PUEBLA DE CAZALLA. EL MORISCO BLOG. FORO DE LA PUEBLA DE CAZALLA

Hay quienes dicen que desde los tiempos más remotos de nuestros antepasados los cazadores de las cavernas, los elementos mágicos e irracionales juegan un importante papel en la vida de las comunidades humanas, básicamente porque a través de ellos se pueden instrumentalizar procedimientos que permiten un cierto control, o al menos una cierta ilusión de control, sobre los procesos de  la naturaleza a cuya esencia caótica dichas comunidades seguimos estando expuestas. Estos procedimientos (rituales, ofrendas, mitos, distinto tipo de creencias, etc.) actuarían así como una especie de mecanismos de defensa, siquiera mentales, cuya probada funcionalidad vendría a explicar la pervivencia de los mismos a pesar del tiempo transcurrido desde entonces y de que el opuesto conocimiento científico y racional haya avanzado tanto en los últimos siglos, haciendo innecesarios, con algunos de sus logros, esos artefactos de control de la naturaleza que podríamos considerar más “primitivos”.
Otros en cambio afirman que a fuerza de estar contemplando la mayor parte del tiempo los esquemas de la realidad entre los que trascurre de forma habitual nuestra cotidianidad, puede resultar de ello que perdamos, o podamos perder, ciertas habilidades cognoscitivas que la mayoría de nosotros posee y que de usarlas con más frecuencia, y más aún si se las cultivase decididamente, las tendríamos siempre en estado de alerta y entrenadas para permitirnos percibir unos ámbitos que, pertenecientes también al campo de lo real, poseen sin embargo una naturaleza menos convencional que dificulta extraordinariamente el acceso a los mismos.

Algunos investigadores creen que las pinturas rupestres tenían una función mágica propiciatoria de la caza: si se representaba un animal herido, eso hacía más factible que luego un animal de esa clase fuera efectivamente abatido y cazado. Otros hablan de que las escenas de caza podían tener también una especie de función votiva de agradecimiento

Sea como sea y con independencia de la alineación adoptada en las posturas que antes hemos resumido, en lo que sí estaremos probablemente de acuerdo, al menos todos los moriscos, es en dos cosas, la primera de ellas es que en La Puebla de Cazalla existe una copiosa y rancia tradición de leyendas mistéricas referentes a fantasmas, apariciones extrañas, seres antiguos que habitan en algunos pozos o cuevas profundas, fenómenos raros que se producen en presencia de ciertas personas en determinadas casas,  epidemias de suicidios, sabias que se comunican con los hermanos, y hasta un santo que se sacudió el polvo de las sandalias después de visitarnos, etc.
La segunda de las cuestiones es que lo venido en llamar como mundo de los ovnis, entendiendo esta palabra no tanto en su acepción literal como en aquella que encierra el creer en la existencia de unos seres de inteligencia superior, cuyo origen se sitúa en regiones ignoradas del universo y que periódicamente nos efectúan visitas sin que se sepa muy claramente el propósito de las mismas; este mundo decíamos, por más que se trate de lo que podríamos llamar una “tradición” relativamente reciente, se ha constituido en un importante y recurrente contenido de esos fenómenos misteriosos en los que muchos creen coincidiendo en concederles una plena realidad.

Para muchas personas la presencia de ovnis entre nosotros tiene una persistentes realidad, también en las cercanías de La Puebla de Cazalla

El fenómeno OVNI tiene también su espacio en el conjunto de elementos misteriosos que se producen en La Puebla de Cazalla, en sus alrededores, o de los que han vivido algunos de nuestros paisanos; y lo que puede resultar más inquetante de algunas de las experiencias a las que hemos tenido acceso es que los protagonistas de las mismas son personas absolutamente normales, padres de familia equilibrados, en absoluto fantasiosos, que siempre han llevado una vida normal alejada del deseo de recibir atención por ningún motivo, de hecho, el mantenimiento del anonimato que ha sido condición para relatarnos su vivencia en este terreno, es una prueba más en tal sentido.
En el pasado más reciente fue en los años 60, a finales, cuando se tiene la primera noticia de una presencia OVNI en las cercanías de nuestra localidad, concretamente en una zona que se sitúa en la margen izquierda de la carretera local SE-704 de La Puebla de Cazalla a Morón de la Fra, en torno al punto km 8,5. Lo que entonces se dijo fue que en algunas parcelas existentes se habían producido extrañas marcas, como cercos y restos de tierra calcinada, cuya forma circular inmediatamente hizo pensar en que algún artefacto podía haberse posado originando las mismas. Numerosos moriscos se desplazaron al lugar y muchos de ellos constataron que, efectivamente, allí estaban esas marcas que en cualquier caso parecían muy extrañas.

A finales de los años 60, entre La Puebla de Cazalla y Morón, concretamente en esta finca, aparecieron extrañas marcas en el terreno que entonces se achacaron a la supuesta acción de ovnis

El resto de lo que nos queda por contar, amigos del Blog, son dos experiencias de una naturaleza muy diferente a lo anterior pues se trata del testimonio en vivo ofrecido por dos amigos y paisanos moriscos que vivieron en primera persona lo que nos han contado, es decir, se trata de algo que les sucedió directamente a ellos y, por tanto, de nada que hayan oído decir a otros. Como ya hemos anunciado antes, la promesa de discreción absoluta que recibieron por nuestra parte nos amordaza a la hora de suministrar datos que pudieran identificarlos pues se trata, obviamente, de personas muy conocidas, que andan cada día por nuestras calles pero que no desean verse relacionadas con esta clase de sucesos.

Ambos, por supuesto, tienen como personas una credibilidad absoluta por nuestra parte, estamos convencidos sin reservas de que nos han contado su verdad, su verdad tal y como ellos la percibieron en aquellos momentos en los que, a fuer de sinceros, hemos de decir que no fue precisamente la calma el sentimiento que más albergaban. El primero de los testimonios sucedería hace unos 20 años y tuvo como actor a un tractorista al que la faena le había venido larga y la declinación del día le había pillado en el tajo. Estaba trabajando en las inmediaciones del cerro de las Capoteras, que está situado en la margen derecha de la carretra local SE-8205 de La Puebla de Cazalla a Villanueva de San Juan, al sur de nuestra población y a una distancia de unos 3 Kms, enfrente aproximadamente del cortijo del Caracol.

Sobre el nombrado cerro, pudo ver nuestro paisano el tractorista como dos luces grandes, nos dice que del tamaño más o menos de un autobús grande y de color rojizo, que se movían acercándose y alejándose alternativamente del suelo sobre la vertical del cerro. Este movimiento duraría tal vez un minuto o minuto y medio desde que él empezó a verlo, aunque le resulta muy difícil precisarlo, y después, ambas luces en paralelo, subieron rápidamente al cielo y desaparecieron en dirección oeste.

Panorámica del cerro de las Capoteras sobre cuya vertical fue donde nuestro amigo el tractorista vio las dos grandes luces que se movían

El otro testimonio es más reciente, es exactamente de 2.004 y atañe a un empresario de la construcción de la Puebla de Cazalla que por entonces tenía unas obras el noreste de la provincia de Sevilla. Venía solo, de noche, era invierno y podían ser algo menos de las 22 horas cuando en una recta de la carretera A-351, que transcurre entre las localidades de Écija y Osuna, una extraña luz azulada, no muy grande, desde luego más pequeña que la furgoneta que venía conduciendo, se le sitúa en paralelo y acompaña el trayecto de su vehículo durante lo que calcula que fue por lo menos un kilómetro, variando su velocidad conforme él iba variando la suya. Terminó por desaparecer aunque no puede precisar con exactitud cómo lo hizo porque las exigencias de la conducción le impedían estar mirando continuamente la luz. Nos comenta este amigo que a él, aunque no puede hacerse una idea de qué era aquéllo, no le cabe duda de que no era ningún otro vehículo normal, pues parecía como una especie de bola de luz que además se acompasaba perfectamente a los cambios en el ritmo de la velocidad de la furgoneta.

Una de las grandes rectas de la carretera A-351 entre Écija y Osuna

Cada uno de estos amigos nos ha referido que fueron experiencias muy intensas emocionalmente hablando, y que áun después del mucho tiempo transcurrido siguen pensando en lo que vieron. Para nosotros su testimonio, ya lo hemos dicho antes, es de una absoluta credibilidad, es decir, estamos convencidos plenamente de que ellos nos han contado la verdad de lo que ellos vieron, para lo cual les hemos tenido que convencer previamente pues coinciden en que han hablado muy poco de esta experiencia, con su mujer y poco más ¿que qué fue exactamente lo que vieron? ¿si esto mismo fue visto por otras personas esos mismos días? no lo sabemos, ni una cosa ni la otra, lo que sí creemos como bastante probable es que, como éstos, haya otros testimonios en La Puebla relacionados con el fenómeno OVNI que hasta ahora estén sepultados en el silencio por sus actores que, como personas discretas, habrán optado por lo que quizás haríamos todos en su mismo caso: no dar qué hablar.