LA PUEBLA DE CAZALLA. EL MORISCO BLOG. FORO DE LA PUEBLA DE CAZALLA

Por diversas fuentes conocíamos el temprano surgimiento en La Puebla de Cazalla del Partido Socialista Obrero Español, y muy especialmente contribuyó a detallar y profundizar este conocimiento el excelente trabajo de D. Julio Ponce Alberca denominado Cien años de socialismo. El PSOE en La Puebla de Cazalla (1899-1999) que en su día editó la Diputación Provincial de Sevilla para conmemorar la efemérides del centenario de dicha fundación. En dicho libro se nos proporciona mucha información histórica sobre nuestra localidad y, entre la misma, una noticia que da cuenta de la visita de Pablo Iglesias (Ferrol 1.850 – Madrid 1.925)  a nuestro pueblo que hoy, por su indudable interés, os traemos ampliada al blog.

Los trabajadores del campo de La Puebla de Cazalla se afiliaron muy tempranamente al PSOE constituyendo una de las primeras agrupaciones existentes en Sevilla  y provincia y hasta incluso en Andalucía

Esta visita se produjo los días 20 y 21 de junio de 1.900, en torno al primer aniversario de la fundación del partido en la localidad, y es necesario dedicar,  aunque sean unas pocas palabras, a explicar el significado que pudo tener para los moriscos de entonces la venida hasta aquí del dirigente obrero nacional.

En efecto, si para nosotros hoy en día Pablo Iglesias es un líder político cuya vida se estudia en los libros de historia, para los obreros de 1.900 era algo más que eso, mucho más que eso pues encarnaba la lucha por los ideales de emancipación y progreso de la clase trabajadora, la inmensa mayoría de la población de entonces, que vivía en medio de las más terribles carencias: analfabetismo, hambre, mortalidad infantil, explotación de los niños en las fábricas, jornadas laborales agotadoras, inexistencia de medidas de previsión social como seguros médicos, jubilaciones, etc., Pablo Iglesias era la figura que sintetizaba la lucha contra ese estado de cosas y si a eso se sumaba la vida frugal y ascética que era fama que llevaba, tan diferente a la de los políticos actuales incluidos los que se dicen sus herederos, no es de extrañar que las masas obreras y campesinas de entonces lo consideraran poco menos que un santo laico.

Cabecera del periódico El Socialista

La visita, pues, despertó en La Puebla una expectación enorme como se encarga de informarnos D. Julio Ponce en su mentado libro dónde para darnos una idea cabal de la misma nos dice: “Así, cuando Pablo Iglesias se desplazó a La Puebla de Cazalla para pronunciar un discurso (junio de 1900), acudieron 2.000 personas lo que representaba cerca de un tercio del total de la población” (pág. 19). La crónica, que se incluye en el número de El Socialista cuya cabecera queda reproducida más arriba, resulta también sobradamente elocuente al respecto: “No contábamos con ver a Iglesias tan pronto. Cuando supimos que estaba en Málaga, calculamos que visitaría después Gibraltar y Algeciras y vendría aquí; pero después que leímos su salida para Vélez Málaga y Almería perdimos la esperanza de verle hasta pasados lo menos veinte días.
No ha sido así, y el recuerdo de la pasada semana jamás se borrará de nuestra memoria.
Cuando nadie le esperaba se presentó Iglesias en Osuna, y hoy hace ocho días tuvimos de ello noticia. Acto continuo se nombró una Comisión que le visitara, con encargo de que uno de sus individuos regresara a Puebla para saber el día en que Iglesias llegaría aquí y prepararle un recibimiento.
Cumplió la Comisión su cometido; pero al enterarse Iglesias de que un individuo regresaba a Puebla, le pidió palabra de que no participaría a nadie que llegaba el martes, con objeto de evitar todo género de demostraciones.
Así ocurrió: nadie supo la llegada de Iglesias, pero la impaciencia malogró los plausibles propósitos de nuestro amigo, pues muchos trabajadores fueron al alojamiento que se le tenía preparado y no encontrándole salieron a esperar el coche de Osuna, donde venía, acompañado de dos amigos de este punto.
Cuanto mi pluma dijera sería pálido para describir la magnífica acogida que tuvo.

Conocida imagen de Pablo Iglesias pronunciando un discurso a la multitud

Tan pronto como tomó algún alimento, y juntamente con un enorme grupo de obreros se trasladó al Centro, y en la imposibilidad de estar en el local de sesiones por lo enorme de la concurrencia, nos instalamos en el patio, y allí durante hora y media nuestro amigo nos dio muchos y muy atinados consejos. Antes y durante la conferencia los obreros y no obreros se agolpaban a las puertas del local y llenaban la calle.
Retiróse a descansar, y al día siguiente, tras de recibir varias visitas, se celebró la reunión pública en un local amplísimo.
Era de ver cómo los obreros que habían trabajado desde las seis de la mañana hoz en mano, con 45 grados de calor, acudían a oir la palabra de Iglesias, provistos algunos de su correspondiente asiento.
Llenóse el local por gente de todas clases, sexo y edades, y mucha más hubiese habido de ser más grande el sitio donde se celebró la reunión. Con todo, habría más de 2.000 personas.
Habló primero el compañero Mejía, obrero del campo, reseñando los avances del Socialismo fuera de España, y razonando con bastante acierto los diversos puntos de nuestro programa.
Siguióle R. Ramírez, encomiando la actuación beneficiosa de este género de reuniones y tratando otros varios puntos.
Y, por último, levantóse Iglesias en medio de gran expectación. Explicó las aspiraciones del Partido; censuró con dureza a las autoridades que ponen obstáculos a la organización y propaganda legales, contraviniendo con ello las leyes fundamentales del Estado; condenó con energía ciertas propagandas que tantos males y tanto retraso en la organización han ocasionado en Andalucía; recomendó la instrucción, y terminó recordando que a pesar de los anhelos pacíficos del Partido éste no vacilará en acudir a la fuerza cuando vea en la burguesía un obstáculo al cual pueda barrer, y ésta se niegue a la solución pacífica del problema social.
Excuso deciros que fue muy aclamado, tanto que el presidente tuvo que declarar por tres veces terminada la reunión.
A las cinco de la madrugada partió de nuestro lado, dejándonos con sentimiento por no haberle podido retener más días en Puebla de Cazalla.- EL CORRESPONSAL. 24 de junio de 1900″.

Pablo Iglesias saliendo de un mitin. Año 1.900

Es pues de suponer que la visita de Pablo Iglesias supuso para toda La Puebla de Cazalla un acontecimiento extraordinario, y probablemente un tema de conversación para sus vecinos que daría para mucho tiempo. Del mismo modo, sería para la entonces incipiente organización del PSOE local un apoyo importante que seguramente la ayudó a desarrollarse aún más; ésta, como ya queda recogido, había surgido hasta cierto punto sorprendentemente pronto en nuestra localidad pues a decir de D. Julio Ponce Alberca hasta ese momento no habían existido en la misma otras organizaciones obreras y hasta las respuesta dada por los trabajadores a las difíciles condiciones de vida en que vivían “debió ser escasa o todo lo más estuvo circunscrita a fórmulas de protesta no muy alejadas de los esquemas de revuelta del Antiguo Régimen. Solo gracias a la presencia de socialistas venidos de Málaga y a la propia concienciación de un sector minoritario de los trabajadores locales se constituyó el nucleo pionero del PSOE en La Puebla de Cazalla. La primera agrupación de Sevilla y su provincia” (págs. 18-19). Pero si mucha razón tiene el autor de esta líneas, no es menos cierto que hay otro factor posiblemente más determinante y decisivo en la temprana fundación del PSOE local, factor sobre el que hemos obtenido recientemente información y al que dedicaremos por su interés un próximo artículo en el blog.

Recibimiento hecho a Pablo Iglesias por la multitud en una de sus intervenciones públicas

Si de hito se puede definir con toda justicia lo que supuso para La Puebla de Cazalla la visita del dirigente obrero, algo parecido cabe suponer respecto de la impresión favorable que el propio Pablo Iglesias se llevaría del pueblo y de la incipiente organización del PSOE local pues, tan positiva debió de ser ésta que, al poco tiempo, en 1.904, repetiría visita distinguiendo de nuevo a La Puebla con su presencia cuando tantas otras organizaciones y problemas de toda índole podemos imaginar que reclamarían insistentemente su presencia. Por supuesto que a ese nuevo acontecimiento, como no podía ser menos, también dedicaremos el correspondiente artículo en el blog.

FUENTES:

PONCE ALBERCA, JULIO. Cien años de socialismo. El PSOE en La Puebla de Cazalla (1.899-1.999) Ed. Diputación de Sevilla, Sevilla 2.001.

EL SOCIALISTA. nº 747 de 29 de junio de 1.900.