Sep 10 2011
APROXIMACIONES A LA FERIA DE SEPTIEMBRE DE LA PUEBLA DE CAZALLA (I): ORÍGENES Y ALGUNAS VICISITUDES
Como es habitual en esta última etapa de los años 70 hasta la fecha, el jueves de la segunda semana del mes de septiembre, ha dado comienzo la feria de La Puebla de Cazalla y con ella se establece, o mejor se establecía que ahora con esto del cambio climático está el tiempo que no sabe uno a qué carta quedar con él, una marca simbólica que determinaba el cambio de estación y la entrada en lo que dentro de muy poco, apenas a un mes y medio con la festividad de los Santos y Difuntos, era ya pleno invierno aunque ése no fuera aún el nombre de la estación.
Niños en una atracción de la feria de La Puebla de Cazalla a mediados de los años 50
Ahora bien ¿qué sabemos los moriscos en general de nuestra feria de la que hasta los años 70 nos mostrábamos tan orgullosos y la comparábamos con ventaja con la de otros pueblos vecinos mayores que el nuestro como el de Arahal y Marchena? pues a esta pregunta tenemos que responder que tal vez poco, aunque afortunadamente y desde hace un tiempo contamos con un magnífico trabajo sobre sus orígenes y evolución titulado Los orígenes de la feria de mercados y ganados de La Puebla de Cazalla (1816 – 1817), cuyo autor, D. Julio Mayo Rodríguez, nos desvela mucha información interesante sobre los mismos y que utilizaremos de fuente en este breve artículo.
Copia de página de revista municipal de feria de fecha indeterminada.
El Cabildo muncipal de La Puebla de Cazalla presidido por el Alcalde mayor de la villa D. José Aguilar Galeote conseguiría después de arduas gestiones administrativas y de pagar a la Hacienda Real la importante cantidad de 600 reales de vellón (a la que habría que añadir otra suma no especificada como pago a quienes se encomendó la gestión) que el rey Fernando VII autorizara en enero de 1.817 que nuestra localidad celebrara un mercado de ganado los días 12, 13 y 14 de septiembre de cada año; pero no debe pensarse que conseguirlo fue cosa fácil, además de las cantidades abonadas el procedimiento administrativo exigía el pronunciamiento favorable de los pueblos vecinos, pues se trataba de impedir con ello que la nueva feria pudiese resultar en perjuicio de las existentes o de otras actividades agrícolas o ganaderas que se efectuasen en ellos, y esta exigencia se conseguiría a medias pues mientras Osuna y Morón dieron su visto bueno, no lo hizo así Marchena cuyo Ayuntamiento estimó que le perjudicaba por la cercanía de su término, entre 800 y 900 varas castellanas (1 vara castellana = 0,836 mts), del lugar de celebración aprobado para su desarrollo en los llamados Llanos de la Fuente Vieja.
Lugar aproximado donde se autorizó en 1.817 la celebración de la primera feria de ganados de la Puebla de Cazalla en las inmediaciones del actual parque del Corbones.
Las razones para la elección de este lugar concreto estribaban en la proximidad del río para dar de beber al ganado y la concurrencia en él de tres importantes caminos ganaderos comarcales como eran la colada de Morón a Osuna, la vereda de Cañete y la vereda de la Sanguijuela. La fecha a mediados de septiembre también estuvo muy bien elegida pues facilitaba que quienes no hubieran hecho ventas en la feria de Osuna (celebrada entonces a primeros de mes) y se dirigiera para rematar a la feria de Villamartín (celebrada a partir del día 20) tuviera una estación intermedia en la Puebla que está de camino entre ambas localidades vía Morón, teniendo otra oportunidad de venta en nuestro pueblo. Por otro lado, el objetivo que perseguía nuestro Ayuntamiento con la celebración de esta feria, no era otro que recaudar unas cantidades a los tratantes y ganaderos que acudieran y hacer frente así al déficit crónico de sus finanzas en unos momentos, como aquéllos, de una profunda crisis económica derivada de los años de guerra contra los franceses, los costes de la rebelión militar contra España de las colonias americanas y una no menos importante crisis política sobrevenida por el golpe de estado que restauró los poderes absolutos de la monarquía y abolió la Constitución liberal de 1.812.
Fotografía de las cunitas de Natera de fecha no especificada (circa 1950?)
Desde entonces hasta la fecha, muy pronto hará 200 años, nuestra feria ha conocido muchas vicisitudes y sufrido algunos cambios de ubicación. Nos sigue contando D. Julio Mayo en su excelente trabajo, que hasta los años 20 se estuvo celebrando en los aledaños de la plaza Vieja y la calle Mesones, teniendo lugar el mercado de ganados en el espacio que hoy está delimitado por las calles San Luis, Fernando García Suárez, Plaza de Toros, Cilla y plaza del Arquillo. En 1.926 se trasladó a la calle Victoria pero la opción no gustó y ya al año siguiente, el entonces alcalde Bohórquez Herdara obtuvo el permiso del Gobierno Civil para ampliar la celebración a un cuarto día y la trasladó al paseo que lleva su nombre, lugar que ha sido desde entonces su sede. Hasta mediados de los años 6o, aproximadamente, el mercado de ganados se celebraba en los terrenos de lo que hoy son la barriada Pío XII y calle Eduardo del Pino pero, a partir de entonces, en paralelo al proceso de mecanización de la agricultura y la modernización general de las estructuras agrarias, dicho mercado desaparecerá hasta que hace apenas una década será recuperado por el ayuntamiento, más con una finalidad de pintoresquismo que tan bien se aviene con el tipo de celebración que es la feria, y como medio de detener su progresiva decandencia, que por el interés estrictamente económico que es muy marginal.
A continuación os ofrecemos un álbum de fotografías que refleja la realidad actual del mercado de ganados que un día, como acabamos de ver, fue el que originó nuestra feria. Estimados amigos del Blog, esperamos que disfrutéis con el artículo y las fotografías y, cómo no, os deseamos feliz feria o vacaciones para todos.
FUENTE: MAYO RODRÍGUEZ, J. Los orígenes de la feria de mercados y ganados de La Puebla de Cazalla (1816 – 1817). Incluido en: VV.AA. La Puebla de Cazalla. Una villa centenaria, una villa con historia. Ed. Ayto Puebla de Cazalla / Fundación Focus Abengoa, Madrid 2009. (Págs 407-440).
AA_Wiki Puebla de Cazalla
AB_Tiempo en la Puebla
Reunión de Cante Jondo de la Puebla de Cazalla. Blog
La feria era la fiesta más importante del año cuando yo era niño y joven. La última feria que festejé tenía 18 años, o sea en el año 1962, porque al año siguiente en febrero ya marché para Cataluña y además con varios paisanos y paisanas.
Para llegar a la feria, desde casi el año anterior, muchos se hacían su alcancía e iban metiendo las perras chicas y perras gordas y con ello cuando llegaba el día ya se tenía a lo mejor, un par de pesetas y eso era lo más feliz de la vida. Pero hay que tener presente que para hacer la alcancía, o hucha, muchos se las hacían con una teja, con una lata y con las cosas más raras que se pueda uno imaginar. Pero lo que sí era de verdad, es lo feliz que se era, cuando se compraba uno unas pelotitas con su goma elástica enganchada al dedo corazón de la mano parecido a como después se llevaban los yoyós, y disfrutaba uno en cantidad. Después se compraban trocitos de turrón, los garbanzos tostaos, los camarones, las peras y manzanas de dulces y qué rico estaba todo aquello en aquellos tiempos. Y la feria se empezaba el día 11 hasta el 14, donde muchas personas trabajaban el primer y cuarto día, pero los dos del medio, no. Y en este momento me estoy acordando de las cunitas Natera, donde con un par de cucharas nos daba un recital y para los niños era una verdadera delicia el poder contemplar a Natera, cuyos hijos eran conocido míos. ¡Ah! Y por entonce se estrenaba los trajes, los pantalones, camisas y para colmo también recién pelados de la barbería, así como también zapatos nuevos, que con el terreno albero regado, los zapatos qué pena se ponían hechos una verdadera suciedad que luego nuestras madres y hermanas eran las nos lo limpieban para estar al día siguiente relucientes y vuelta a empezar al otro.
Hoy día se supone que la cosa ha cambiado mucho y tanto me parece, que muchos se quedan en sus casas de campo, se supone también porque ya no se tienen ganas de tanto festejo o, en todo caso, qué se yo, pero algo hay de verdad en ello. Pero eso sólo es síntoma de la edad, pero aún y así, queda el recuerdo y eso sí que no se puede borrar. En todo caso, la feria es la feria,
hola morisco desde ibizae visto la pagina de morisco feriante i la verda es que me agustado espero que sigais en la misma linea para que los que estamos fuera de el pueblo sepamos un poco de la historia de donde hemos nacido
Enhorabuena por la entrada del blog y por la difusión del trabajo de Julio Mayo Rodríguez, buen amigo y mejor investigador, que rescató del Archivo Hco. Nacional (Madrid), una documentación de gran valor histórico, etnográfico y sentimental para todos los moriscos y moriscas. Podemos seguirle la pista en sus investigaciones más reciente sobre Consolación (Utrera) y El Rocío (Almonte).
Esperemos que el Bicentenario de La Puebla, se celebre con actos culturales que estén a su altura… y que se centren en el conocimiento de La Puebla en los siglos XVIII y XIX. Sin duda sería otro empujón al conocimiento de nuestra Historia.
La feria es que ha cambiado mucho y ya no es lo que era, y veremos si lo volverá a ser en el futuro pues yo creo que se quedará para quienes no puedan salir de vacaciones (más barato o igual y menos aperreado).
Me uno a lo que se dice en el último comentario.
Llevas razon, se cargara el domingo de feria o al menos lo acortara. Tambien fastidiara a los que se van fuera.
Me han dicho que el proximo año ya no habra lunes de resaca porque esta aprobado en pleno municipal, pero he visto en la feria a gente moviendo el tema de la recogida de firmas para pedir al ayuntamiento su reimplantacion. Mi mujer ha firmado.
Habra que ver por donde andan y firmar como protesta.
Como tu creo que se han equivocado pero que es remediable.
Es verdad lo que dices de la feria de aquel entonces, siempre los días 12, 13 y 14, independientemente del día de la semana. No recuerdo cuando añadieron el 4º día ni cuando se estableció siempre en fin de semana.
Mucho después vino el quinto día, la víspera, que ahora es el primero con todas las consecuencias. Y a la vez el gran invento del lunes de resaca que se hizo para poder despedir la feria a las 8 de la madrugada por lo menos y volver a casa amaneciendo o más.
Y viene al caso de todo esto el preguntarme por qué ahora lo quieren quitar, o al menos eso se está rumoreando. Si es así no lo entiendo, pero es la mejor manera de cargarse el domingo de feria. Y esto para lo que nos gusta vivirla intensamente y hasta el último minuto es incomprensible.
Se conoce que la “genial” idea ha partido de alguien a quien no le gusta mucho nuestra feria y además quiere imponer sus gustos a los demás.
Lamentable.